Creado el Martes, 23 de Octubre del 2012 03:25:31 pm

Para el caso del primer argumento, las cifras macroeconómicas explican un crecimiento económico sostenido, gracias a la mejora en los niveles de producción y, fundamentalmente, de precio de los diversos minerales, algo jamás visto en otras épocas.

Este modelo económico sigue alentando la inversión, priorizando el sector minero, pero, para lograrlo debe entender que no solo se requiere garantizar estabilidad económica, jurídica y social, sino también demostrar la existencia de reserva minera (que por cierto la hay en grandes cantidades) y la presencia de infraestructura pública tales como energía eléctrica, carreteras, agua, puertos, etc. (lo que se conoce como economía externa). En esa misma perspectiva, el sector agroexportador es considerado como segunda prioridad, por eso se busca ampliar la frontera agrícola a través de canales de irrigación, energía eléctrica, carreteras, agua, etc.

El PBI del país crece en promedio anual 7% desde el año 2001 y, prácticamente, lo ha hecho con la misma infraestructura pública existente en décadas. Entonces, es lógico entender que ya está llegando a su límite y que necesita un Estado reorganizado y eficiente para abastecer de nueva infraestructura pública al sector privado y ubicarse a la altura del nuevo reto: pasar de una economía en crecimiento a una economía en desarrollo.

Con respecto al segundo argumento, el actual modelo económico permite que el crecimiento económico mejore la condición de vida de las personas que se encuentran insertadas en el sector minero y agroexportador, pero la mayoría de los peruanos no goza de este beneficio por no encontrase dentro de estos sectores. Es sabido que el sector minero no genera mucho empleo, pero sí grandes utilidades. Por eso, la pasividad estatal hacia los otros sectores económicos hace que los inversionistas privados no tengan interés en participar.

El Estado debe darle mayor énfasis a la inversión pública para los demás sectores económicos; el propósito es claro, incentivar su actividad y mejorar la situación económica de la mayoría de peruanos. El Estado no solo se debe preocupar de sus sectores económicos “banderas” sino también de los que generan masivamente empleo y por donde verdaderamente harán que la economía llegue a los bolsillos de todos los peruanos.

Definitivamente, la participación del Estado en la economía es más necesaria conforme esta mejore y, en la medida que lo haga lento para resolver los problemas que desmotivan la inversión, también lo será el crecimiento económico. Recuerden: además de inclusión social, también necesitamos inclusión económica.

Mg. Econ. Luis Luna Villarreal

Decano del Colegio de Economistas Áncash Costa

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