Creado el Viernes, 21 de Diciembre del 2012 04:14:31 am

En el mundo de las hormigas se presume un comportamiento emergente, donde puede haber orden y anarquía; sin embargo, quiero hacer un parangón: en nuestra ciudad no hay tal orden y solo anarquía. Como resultado tenemos asesinatos por sicarios que son pagados con el único propósito de quitar la vida a aquella persona que es un obstáculo para la otra, esas conductas son negativas, peligrosas y criminales, y no las podemos tolerar.

Por dicho motivo, es que nuestra sociedad civil, marcando diferencias y pretendiendo acercarse a las hormigas, se propuso hacer marchas primero a favor de la paz, la vida y la justicia. Recordaremos que ante la muerte de un niño inocente como Manuelito y su abuelo, logramos marchar por la vida el 10 de agosto, actividad que resultó un éxito. Luego, ante la ola de violencia e inseguridad, volvimos a marchar por la vida y la paz el 26 de octubre con relativo éxito, pues fue boicoteada por la autoridad regional y provincial.

Ha corrido mucha sangre por el suelo ancashino y eso no lo podemos permitir, el pueblo ha despertado, exige el compromiso de sus autoridades, de sus líderes y de los colegios profesionales que abanderen la lucha contra la corrupción y la impunidad. Ante dicha situación, si bien es cierto vivimos en un sistema complejo, pero tenemos la capacidad de la autoorganización y lo concretamos junto a otras organizaciones civiles convocando a la “Marcha contra la Corrupción e Impunidad”.

A dicha convocatoria se ha sumado nuevamente la Iglesia Católica a través de su Obispo, Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno. Esa es una buena señal para la población católica: que vea que su pastor no solo enarbola la bandera de la paz y la justicia, sino que también se pone al frente para decir basta de corrupción e impunidad.

La convocatoria ha sido aceptada por la población chimbotana que está dispuesta a marchar y, a la vez, a promover una organización civil distinta a la del Frente de Defensa de la Provincia del Santa, una que defienda verdaderamente los intereses de nuestra región y no los de los gobernantes de turno porque eso no es representar a los intereses del pueblo, sino defender intereses personales.

Por último, la autoorganización en la sociedad humana, conforme lo dice Alberto Melucci en su obra “Acción Colectiva, Vida Cotidiana y Democracia”, es una forma de acción colectiva “basada en la solidaridad”. Eso es lo que hace tiempo le ha faltado a nuestra población chimbotana, que ahora viene demostrando de a pocos.

El próximo jueves 27 de diciembre tendrá que demostrar que la solidaridad es clave para cambiar conductas emergentes de gobernantes que se han endiosado, para exigir la destitución de autoridades que gobiernan a espaldas de su pueblo, contra aquellos que administran justicia torciendo la ley y a cambio de favores pecuniarios. Basta de muertes, basta de coimas, basta de amenazas, basta de ‘chalecos’, basta de sicarios.

Hoy, más que nunca, la sociedad exige autoridades que amen a su pueblo, policías como los de La Libertad donde inmediatamente han capturado a los sicarios que han matado al alcalde de Angasmarca. Eso es efectividad, donde el honor es su divisa. Queremos fiscales como Nancy Moreno, no sumisos como el que tenemos al frente del Ministerio Público; rectores que fomenten investigación en los alumnos y no persecución; jueces que pongan en práctica el principio de que la justicia es ciega por ser imparcial y no por injusta. Hoy somos distintos y la población despertó, ¿por qué no pensar en una sociedad modelo como de las hormigas?

Dr. Sabino Ponce Roso

Decano del Colegio de Abogados del Santa

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