Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:21 pm

Pensándolo bien, imaginemos como ingresaría un rey, una gran autoridad, en medio del pueblo, es muy seguro que llegue en un carro lujoso, que va escoltado con miembros de seguridad y entre la aclamación de quienes los esperan, entre gritos de júbilo y vivas.

También hace poco hemos estado en campaña electoral y muchos candidatos han querido llegar al pueblo y se han hecho humildes, pero con un trasfondo político, han gozado de la popularidad, entre gente humilde que con esperanza espera un cambio.

? Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

Pero llega Jesús, hombre sencillo y humilde que con el discurso de su acción, cala en la gente más que por sus palabras por su coherencia de vida. La salvación del mundo ingresa en Jerusalén montado en un pollino, en un insignificante animalito de carga y la gente aclama diciendo

? ¡Hosanna al Hijo de David!. ¡Libéranos!. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!,

Muchos se asombran a su paso y dicen: Quien es este hombre?

La gente tiene puesta su esperanza de liberación en él y a su paso lo vitorean, y extienden mantos y llevan palmas, símbolos de victoria y de martirio, pero no toda la muchedumbre que ahora lo acompaña, estará con él, en el momento crucial.

Como cada año, este domingo de ramos, muchos se unirán a la procesión como expresión de la fe de la Iglesia en Cristo el enviado, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres.

Este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual. Celebraremos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y en esta procesión que haremos, se simbolizara nuestro andar, nuestro peregrinar por la vida y en ese acompañamiento alegre, lleno de esperanza le pediremos su ayuda y recorreremos junto a él el camino de la cruz, para finalmente participar con él de la victoria.

Escucha el audio del informe de la semana:

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