LA COLUMNA DEL DÍA | Notas sobre destruir y construirse
Creado el Lunes, 20 de Julio del 2020 04:01:44 pm
Establecer una mirada crítica, reflexiva y descolonizada de la sociedad y de la vida que tenemos, así como de los comportamientos y acciones personales que desarrollamos cada día, implica un cúmulo de dificultades, revisiones y cuestionamientos al interior del esfuerzo individual y colectivo que algunos de nosotros desarrollamos en aras de la destrucción y nueva edificación de nuestra forma de pensar y existir. En una sociedad como la nuestra, no es sencillo andar cuestionando todo lo que nos rodea, incluso el propio trabajo que hacemos en el empleo que tenemos, así como los vínculos con grupos, asociaciones y colectivos por los que transita habitualmente nuestra existencia. A veces, sin embargo, pienso que no alcanza nutrirse y enriquecer el tránsito hacia la deconstrucción, que la incomprensión de los otros siempre estará esperando, que la nueva visión y el pequeño grano de arena que podamos poner no alcanza para transformar el sistema hegemónico, ni siquiera para cambiarnos a nosotros mismos.
Aún son pocos los hombres que intentan dejar de comportarse como tales, en el sentido hegemónico del término o la expresión. Son escasos los que cuestionan sus respectivas masculinidades e incoherencias, los que buscan cambiar y transformarse a pesar de la indiferencia y el prejuicio del entorno. Son pocos también los que se preguntan qué más están dispuestos a hacer, incluso si se esfuerzan en virtud de la aprobación que esperan tener o si lo hacen porque consideran que deber hacerlo por ellos mismos. Es insuficiente a todas luces todo lo que se hace, ni siquiera llega a ser medianamente satisfactorio.
¿Cuántos hombres nos sentimos capaces o intentamos renunciar a nuestros privilegios?, ¿cuántos nos permitimos cuestionarnos?, ¿de qué forma y con qué mecanismos impulsamos el cambio por una sociedad justa, igualitaria y diversa? Desde la zona de confort masculina siempre ha sido más fácil [y cómodo] ver las cosas; desde ahí se han exigido “cuotas” de representatividad femenina en el ámbito público, pero -a su vez y mientras tanto- en nuestros círculos y espacios de (de)construcción masculina, la desigualdad continúa existiendo junto a micromachismos y atenciones femeninas en el ámbito privado, esperando que alguien venga a cambiarlo o la historia misma lo haga “porque no es a nosotros a quienes nos incumbe”.
Establecer una mirada crítica, reflexiva y descolonizada de la sociedad y de la vida que tenemos, implica arriesgar la forma de vivir que nos legaron, dejar de pensar que tenemos que dejar un legado de nuevas masculinidades a las generaciones venideras, genera reflexión y renuncias sobre el camino que tenemos preestablecido. Así, es imprescindible promover valores que ayuden a la construcción de nuevos sujetos sociales, es urgente educar desde una perspectiva de género en todos los ámbitos. Sólo así podremos lograr una sociedad más igualitaria y libre de violencia; no existe otra forma, otro camino.
* Augusto Rubio Acosta es poeta, narrador, periodista y gestor cultural
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