Creado el Lunes, 3 de Junio del 2013 06:31:35 pm

Si tal situación se diera en Áncash, conservaríamos la ilusión permanente de ver año tras año cómo se van concretando estos proyectos y se va dando nacimiento a una región con modernas infraestructuras físicas en nuevas cadenas productivas, mejor atención en salud, educación, vivienda y justicia, libre de contaminación ambiental y con menos violencia e inseguridad ciudadana, en medio del orden y de la coordinación entre los diferentes estamentos de gobierno, evitando la duplicidad y optimizando el gasto público.

Pero no, los cuadros profesionales y los funcionarios que nuestro gobierno regional exhibe nos mantienen en alerta, con las miradas puestas en lo que intentan saquear, en lo que piensan hacer para sacar provecho personal, en las instituciones y organizaciones que quieren corromper y contaminar, en la administración de justicia que escandalosamente no cesan de comprar, o en sus actos corruptos que conciencias de malos periodistas ayudan a ocultar y callar. Han sido creados lamentablemente para esos fines, sin importarles el caos y desorden que producen con esa grave irresponsabilidad, ni la temeridad de sus actos que solo fomentan la ilegalidad.

Con la mirada puesta en esa dirección, César Álvarez no pudo encontrar mejores aliados que nuestros congresistas para consolidar su poder, con el apoyo político de un personaje siniestro como Heriberto Benítez a quien le financió su campaña electoral, con la colaboración de un personaje inútil para el Congreso pero útil para estos fines como lo es Víctor Crisólogo, con la labor leal de Freddy Otárola como edecán de su alianza sellada con Ollanta Humala y con los otros dos congresistas con tremendos rabos de paja que cuidar, si con fuego tienen que jugar.

Hoy, piensa ya en su segunda reelección. No piensa en las obras de envergadura que se quedaron solo en pintas o en sus gritos disonantes de Chinecas ahora o nunca. No, ahora solo piensa en los votos que puede conseguir y no teme hacer lo indebido si no le queda otro camino que seguir. Total, quién lo puede tocar, si hasta el presidente Ollanta Humala se ha unido a él e inclusive ha amenazado con cerrar el caño a las autoridades que intenten hacer algo en contra de él.

Y tal como hizo su negociazo y creó su caja chica con la pesca artesanal, fomentando la producción de harina ilegal con una flota que de menos de 100 pasó a 237 embarcaciones y a las que habría cobrado indebidamente miles de dólares para estar en el registro de la Dirección Regional de la Producción de Áncash, hoy está detrás de votos con otro anzuelo electoral: la necesidad de vivienda entre ingenuos y avivatos que han aumentado el grueso de comandos en nuestra región, aún a costa de fomentar la invasión ilegal.

Y utiliza al mismo funcionario del faenón pesquero artesanal denunciado por enriquecimiento ilícito ante la Fiscalía de la Nación, pero ahora con un nuevo disfraz: de promotor de una asociación de vivienda llamada “La Tierra Prometida“, adicionado a su conocido oficio servil de escudero legal.

¿Dónde quedaron las ilusiones de convertir a nuestro puerto en eje potencial de nuestro desarrollo agroindustrial exportador, junto a Chinecas desplegando todo su potencial con sus tierras saneadas y en todo su verdor? Se quedaron en la confianza ingenua de electores que creyeron que quienes gritaban “¡chapen al ladrón!” tenían diferente condición.

César Córdova Ponce

Director de la revista La Voz del Pescador

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