Creado el Lunes, 9 de Junio del 2014 06:55:58 pm

Las graves denuncias en contra de Rodolfo Orellana Rengifo acogidas por la prensa nacional y el comportamiento sospechoso de José Peláez Bardales y de Carlos Ramos Heredia, hacen presumir la existencia de una poderosa red criminal que estaría encabezada por este abogado e integrada por jueces, fiscales, policías, periodistas y congresistas a nivel nacional, la misma que habría extendido sus tentáculos hacia algunos gobiernos regionales, desarrollando una efectiva estrategia de protección e impunidad que llega a las altas esferas del Ministerio Público y Poder Judicial.

A juzgar por los hechos que se han ido concatenando, la llegada de Heriberto Benítez a Áncash y su postulación al Congreso de la República, no habrían sido producto de la casualidad ni mucho menos de coincidencias políticas con el movimiento independiente regional Cuenta Conmigo, sino que simplemente habrían respondido a premeditadas acciones encaminadas a extender las actividades ilícitas de esta organización criminal, de la cual este cuestionado personaje formaría parte. Un ejemplo concreto de su presencia en Áncash son las cuestionadas cartas fianzas en millonarias obras a través de Coopex, cooperativa que no está autorizada a emitirlas y que tiene como socios a Orellana Rengifo y al congresista Ángel Neyra.

La Procuradora Pública de Lavado de Activos, Julia Príncipe Trujillo, en un sintonizado programa dominical a nivel nacional, ha salido valientemente a denunciar que libra una dura batalla contra los siniestros integrantes de esta presunta banda mafiosa desde octubre de 2010, luego que solicitara que se amplíe una investigación para comprender a Orellana Rengifo ante la Cuarta Fiscalía del Crimen Organizado.

Inmediata e increíblemente, uno por uno, los tres presuntos integrantes de esta siniestra organización han salido a hacerle frente. Primero, Benedicto Jiménez la denunció por el delito contra la administración pública, omisión, demora de actos funcionales, lavado de activos en calidad de cómplice, falsa denuncia y fraude procesal. Luego, hicieron lo mismo tanto Heriberto Benítez como el mismo Rodolfo Orellana, sin lograr el objetivo de hacerla desistir de su intento por desbaratar a esta organización criminal de fachada legal y con influyentes relaciones.

A pesar que se han presentado públicamente muchísimas víctimas de esta organización criminal mostrando contundentes pruebas en contra de este abogado, nada ni nadie puede sentarlo ante la justicia para que responda por estas denuncias. Es más, recientemente, el fiscal de la Nación, admitió ante la comisión parlamentaria que investiga el Caso Áncash, que recibió en su despacho a Rodolfo Orellana Rengifo.

La justicia debe actuar por igual para todos, y la investigación no solo debe hacerse hacia abajo, sino que debe ir jalando los hilos para ver quienes la manejan desde arriba. Y esa verdad parece que solo se encontrará si se investiga a Peláez Bardales, Ramos Heredia, Heriberto Benítez, Benedicto Jiménez y Orellana Rengifo. Al parecer, el fiscal Dante Farro solo fue un despreciable subordinado de esta organización criminal que se pasea oronda en Lima y en algunas regiones, sabiéndose blindada por la corrupción.

César Córdova Ponce

Director de la revista “La Voz del Pescador”

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