La pesadilla llamada fútbol
Creado el Miércoles, 11 de Septiembre del 2013 06:58:48 pm
Imagínense, qué desastre de dirigentes y jugadores que hacen que casi una generación no haya visto a Perú en un mundial, desde España 82. La clasificación la perdimos cuando nos ganó Colombia en casa, aunque hubo esperanzas de clasificar cuando debimos ganar a Uruguay; sin embargo, apareció la gitanería peruana y, todo lo bueno que hizo, lo borró con el partido que perdimos ante Uruguay cuando no debió. Pero, como siempre, matemáticamente se pensaba que ganando a Venezuela se podía lograr el objetivo.
La derrota ante Venezuela nos deja definitivamente fuera del mundial Brasil 2014. Ahora, como siempre, se dirá: trabajemos a futuro pensando en el próximo mundial, pero si seguimos con los mismos dirigentes eternos y comechados de las Ligas Deportivas Departamentales que eligen al presidente de la Federación Peruana de Fútbol, seguirá el fracaso de Perú en eliminatorias y nunca llegaremos a un mundial.
Quiero informarles que el presidente de la Liga Deportiva Departamental de Futbol de Áncash, Luis Duarte Plata, tiene más de 25 años en el cargo y es quien gobierna el futbol ancashino como si fuera su feudo, elige a sus dirigentes a dedo como lo ha hecho con el ilegitimo presidente de la Liga Provincial de Fútbol del Santa. Este señor Duarte ha elegido, junto a otros presidentes departamentales, a los fracasados Nicolás Delfino y Manuel Burga, y piensa seguir en el cargo en forma vitalicia. ¿Eso es vivir en democracia?, me pregunto. Claro que no. El futbol es una dictadura, y la dictadura tiene el tufo de corrupción.
Cada dirigente de una Liga Distrital de Fútbol se reelige una y otra vez, y a su vez eligen al presidente de la Liga Provincial de Fútbol, quien también se reelige cada 2 o 4 años; lo mismo pasa con el presidente de la Liga Departamental de Fútbol, y, por supuesto, este elige y reelige al presidente de la Federación Peruana de Fútbol, quien vive en unas instalaciones con mejores comodidades que un congresista y que no da cuenta de los ingresos económicos a nadie, aprueba el balance económico con sus amigos y entre tragos y comidas. ¿Eso acaso no es corrupción?
Las derrotas y continuas eliminaciones de los mundiales nos hace débiles, fracasados, porque no tenemos la fortaleza moral de sentirnos vencedores. Nos dormimos después de una derrota con los ojos llorosos, y nos levantamos al día siguiente con rabia y pensando que nos vencieron; eso no es bueno para la niñez, ni la juventud. ¿Acaso eso le importa a Manuel Burga? Claro que no, lo que le importa es vivir como rey, con todas las comodidades, poderes y beneficios que le da el cargo y que le hace inmune a la fiscalización del Estado peruano con el cuento de que la FIFA nos desafilie y no podamos intervenir en eventos internacionales. Ahora digo: ¿para qué seguir en la FIFA si nunca clasificamos ni clasificaremos a un mundial mientras existan esos parásitos que viven del futbol?
Es hora de pedir la intervención del Presidente de la República para modificar las estructuras del IPD y de la Federación Peruana de Fútbol. No nos debe importar si nos desafilian. Al final, si hemos vivido más de 30 años de fútbol sin ir a un mundial, podemos vivir 20 años fuera de la FIFA, pero podemos regresar luego de un largo proceso de formación de nuevos valores y pensar seriamente en competir para clasificar a un mundial. Si no estaremos condenados al fracaso eterno y a vivir la pesadilla llamada fútbol.
Sabino Ponce Roso
Decano del Colegio de Abogados del Santa
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