La extorsión nuestra de cada día
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:31:37 pm
Simple organización funcionando gracias a la ineficacia de las autoridades, en especial de la Policía Nacional del Perú, de los fiscales demorándose en arribar a tiempo durante las intervenciones y de los jueces no ordenando las prisiones preventivas de los inculpados.
Unos jalones de orejas para todos ellos. No es posible se distraigan panza arriba en su paciencia mientras los uniformados quedan atados de pies y manos ante la ausencia de ellos. Urge la aplicación del nuevo código procesal a la rajatabla de su contundencia, para que recién la población perciba se está haciendo algo en contra de la delincuencia.
La mano dura, sin llegar al abuso, es la condición previa para frenar esta ola pretendiendo ahogar a la ciudad chimbotana en medio de sus habitantes desconcertados. Sálvense quien puede viene a ser la consiga. No es la mejor opción, sino la forma más inmediata de cuidarse, tampoco hay otra salida, porque los daños a la propiedad privada se ocasionan, el afectado acude a la comisaria del sector, ahí le toman la denuncia, lo vamos a llamar, afirman; pero, el proceso de investigación se estanca y si lo deja a continuar su curso sin preocuparse en hacer averiguaciones, más seguro es que ningún resultado va a tener, las cosas seguirán normales.
Ni el alcalde Francisco Gasco de Nuevo Chimbote, ni el reciente confirmado Alberto Enríquez del Santa, preocupados en otros asuntos, nada dicen.
Gustavo Tapia Reyes
Periodista, escritor y docente
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Foto: Peru21
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