Charles Handy: entre pulgas y elefantes
Creado el Martes, 6 de Mayo del 2014 07:04:51 pm
¿Hay espacio para las pymes en un mundo en el que las grandes empresas pueden ser más poderosas que muchos países? En su libro “El elefante y la pulga” (2002), el autor y pensador irlandés Charles Handy analiza lo sucedido en la economía global de las últimas décadas, para concluir que en el nuevo contexto ambos tipos de organizaciones pueden tener éxito.
En su metáfora, que le sirve para repasar el capitalismo y el mundo laboral de este tiempo, los “elefantes” son las cada vez más grandes empresas multinacionales que ocupan grandes espacios en el mercado global. En contraposición, las “pulgas” son pequeñas compañías que en muchos casos pueden llegar a ser, incluso, lo que él llama “agentes independientes”, es decir, individuos que actúan en el mercado por cuenta propia. En el mundo empresario de las próximas décadas tendrán éxito tanto algunos elefantes grandes y poderosos, como muchas ágiles y flexibles pulgas, plantea Charles Handy.
Mientras los elefantes son sólidos, tienen cada vez más recursos y siguen creciendo, explica el especialista, su tamaño desmedido puede generarles dificultades para controlar a su gente, a sus productos y a su imagen. A la vez, resultan menos ágiles a la hora de captar y aprovechar nuevas oportunidades en el mercado. Por otra parte, tienden a ser más un conjunto de elementos unidos por alianzas, acuerdo y marcas, que a tener una identidad única.
Así, las grandes empresas pueden resultar impersonales, albergar burocracia e ineficiencia, y no explotar al máximo la creatividad de sus integrantes. Por esta razón, anticipa Handy, muchos elefantes no van a sobrevivir a estos tiempos de cambio y, los que lo hagan, tendrán que generar nuevas formas de trabajar para sobreponerse a sus debilidades.
Las pulgas, en cambio, por su tamaño y agilidad, pueden encontrar y capturar rápidamente las oportunidades del mercado. Estas organizaciones más pequeñas tienen ventajas para ocupar espacios que los elefantes dejan libres: identidad más clara, flexibilidad, trato personalizado, trabajo en equipo, contacto directo con los clientes.
Tienen, además, la posibilidad de unirse en forma temporaria con otras organizaciones pequeñas o agentes independientes, para lograr mayor poder o abordar proyectos más complejos, y así competir con los grandes. En muchos casos, incluso, las pulgas pueden actuar como contratistas o proveedores de los grandes elefantes que cada vez tienen más trabajo por delante y que, para mantenerse en forma, deben tercerizar actividades.
De esta forma, plantea Handy, en el mundo empresario de las próximas décadas tendrán éxito tanto algunos elefantes grandes y poderosos, como muchas ágiles y flexibles pulgas.
MBA Lic. Adm. Felipe Llenque T.
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote)
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