LA COLUMNA DEL DÍA | Los Derechos Humanos y el Perú
Creado el Viernes, 13 de Diciembre del 2019 01:37:53 pm
Hace tres días se celebró internacionalmente el Día de los Derechos Humanos. Tal fecha no debe encontrarnos desprevenidos, por el contrario, procuremos estar alertas y dispuestos a no abandonar la voluntad de luchar por la justicia, la paz y libertad. La dignidad pasará a ser un valor intrínseco que debe protegerse y valorarse con el propósito de garantizar el ejercicio de las libertades de cada persona, así como la principal referencia de este texto.
Según Naciones Unidas, se define a los derechos humanos como los “derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición”. El primer gran acuerdo entre distintos países tuvo lugar con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, solo para complementarse en 1966, con el Pacto de Derechos Civiles y el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC).
Así pues, no someterse a la esclavitud o servidumbre, tener protección contra la discriminación, poseer reconocimiento de la personalidad jurídica, tener libertad de opinión o expresión o nacer en libertad e igualdad de condiciones, se convertirá en un referente para hacernos de una vida más digna. Esto solo sería reforzado en 1976 cuando en virtud de lo primero se incrementaría el énfasis por asegurar los derechos a la salud, educación y a una mejor calidad de vida.
Entendido cierto panorama, ubiquémonos en el propósito personal de este texto, nuestro país. La situación de los derechos humanos en el Perú, aunque paulatinamente haya registrado algunas mejoras, aún refleja una profunda preocupación, sobre todo cuando hablamos de poblaciones vulnerables. En el Perú existían en el 2015 casi un 25% de personas en situación de vulnerabilidad, por razones discriminatorias o de abandono por parte del Estado. Estos grupos son: personas con discapacidad, pueblos indígenas, la población afroperuana, mujeres, niños y adolescentes, adultos mayores, la población migrante, población LGTBI y personas que viven con VIH.
Los pueblos indígenas han sido cuestionados sobre su relación con el territorio de herencia ancestral y que vincula sus tradiciones intergeneracionales. La consulta previa es una prueba de ello, esta es una instancia de diálogo entre dichos pueblos y el Estado, con el propósito de llegar a acuerdos que no afecten sus derechos colectivos y su calidad de vida, entre otras cosas. Este instrumento nació en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y es garante del consenso y diálogo. A la par hemos presenciado cómo la Ley N°30230 agudiza esta situación permitiendo la expropiación de tierras y reduciendo las exigencias para un adecuado estudio de impacto ambiental.
La trata de personas representa otro foco de problemas. Según Amnistía Internacional, se sabe que el 80% de víctimas son mujeres y el 56% menor de 18 años, en su mayor parte captadas para la explotación sexual. Por otro lado, las personas de la tercera edad no cuentan con centros de atención integral, actualmente solo existen 200 de ellos para los más de 1800 distritos en el Perú. No siendo menos importante, el INEI concluyó que el año pasado el 62.7% de la población LGTBI sufrió violencia o discriminación, así como el 40% temió expresar su identidad de género.
A pesar de ello, el Perú ha renovado su trabajo con los derechos humanos. Solo recordemos que en marzo del año pasado aprobó un compromiso con otros 47 países miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en el contexto del Examen Periódico Universal (EPU). Este acto está compuesto por 177 medidas, las mismas que se dividen en varias categorías: igualdad y no discriminación, derecho al trabajo, derecho al desarrollo, entre otros.
Visto desde el derecho internacional en relación a los derechos humanos, este es preciso al señalar las obligaciones del Estado con el fin de intervenir en la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas. Así pues, el Perú cuenta con fuentes nacionales como la constitución y leyes, como a su vez con fuentes internacionales, algunas de carácter general o regional.
Como recuerda la Dra. Salmón, un Tribunal Internacional como la Corte Interamericana de Derechos Humanos se manifestará solo sobre los asuntos inmersos en el Tratado que lo posibilita, para dicho caso, sobre la base de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
El compromiso con los derechos humanos en el Perú debe ser constante, por la justicia que debemos y por la libertad y realización de cada uno y una como individuo. Hoy los derechos humanos son interdependientes por su relación con los demás, indivisibles porque no se pueden fragmentar y universales porque les corresponden a todos los países y personas.
Escuche la versión radial de la Columna del Día:
* Diego Mendoza Franco es ingeniero industrial, egresado del Programa de Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de la PUCP y el CAF, coordinador del Círculo de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos Aleph, promotor de los ODS por el Senado de Buenos Aires, Parlamentario Joven Nacional y activista social.
Foto: https://peru.oxfam.org/