LA COLUMNA DEL DÍA | Educación: ¿la nueva vieja normalidad o la vieja nueva normalidad?
Creado el Viernes, 11 de Agosto del 2023 02:19:51 pm
Quizás han escuchado aquel chiste que dice que un hombre borracho promete convertirse en un “nuevo hombre” y que, al cabo de un tiempo, al ser visto otra vez ebrio, responde que él sí cambió, pero no tiene la culpa de que este “nuevo hombre” también sea borracho. Algo similar ocurre con nuestro Ministerio de Educación.
Durante la pandemia, quedaron expuestas las grandes brechas socioeconómicas que arrastra nuestro país desde hace muchos años. En el ámbito educativo, se viralizó una imagen muy elocuente que resumía la marginación en la que viven millones de personas: la imagen de un niño escuchando la radio, recostado sobre la tierra para hacer sus tareas de “Aprendo en casa”. Por supuesto, como no podía ser de otra manera, en las redes sociales elogiaron la predisposición y las ganas de aprender de este estudiante, pero ¿y qué de los que son responsables de acortar las brechas sociales?
Cierto es que el niño que se esfuerza merece todos los aplausos, pero ¿es justo que los niños tengan que estudiar en esas condiciones? ¿Qué tal si los ministros tuvieran que ser capacitados sobre temas presupuestales por radio? Y, de “buena gente”, para “apoyarlos”, les regalamos un cuadernito y un lapicero. Eso mismo sucede cuando les pedíamos a los niños aprender matemáticas por radio o por WhatsApp, con la diferencia de que para los niños y jóvenes es más complicado porque recién es su formación inicial.
Durante este tiempo de pandemia, las autoridades de todas las instancias de gobierno anunciaban la implementación de mejoras en la conectividad, mayor equipamiento, internet de banda ancha y otros cuentos que solo existieron en su demagógica verborrea. Era lo políticamente correcto, así se recibían aplausos y se aplacaba la indignación de los padres de familia. Como suele suceder en el Perú, el miedo pasó, el tiempo trascurrió, la indignación se acabó y, a pesar de que la necesidad subsiste… nada cambió.
Comento con una sonrisa una entrevista que di al inicio del año escolar del año pasado. El periodista me preguntó: ¿qué opina de las condiciones en las que se inicia el año escolar? Mi respuesta fue irónica, pero a la vez seria: “Opino lo mismo que hace dos años”. Ya estamos a medio año y las condiciones son las mismas. La falta de conectividad sigue siendo la misma, más aún en la zona rural. En las zonas urbanas la conectividad es insuficiente y deficiente, el equipamiento es obsoleto, las pocas tabletas que entregaron sin conexión ya no sirven. Mientras tanto, la marginación y discriminación a los niños de la escuela pública continúa, con el silencio cómplice de todos los agentes educativos y, ni qué decir, de las autoridades.
En pandemia nos hablaban de que debíamos prepararnos para la “nueva normalidad” porque la realidad pospandemia no sería la misma; sin embargo, a la luz de lo que ocurre en la actualidad, la nueva normalidad resultó más de lo mismo, es la misma vieja normalidad, y el sector Educación no escapa a esa lamentable realidad. Los padres de familia parecen estar conformes, los profesores ―aunque se molesten― solo reclaman cuando se trata de su sueldo o de su permanencia, a las autoridades no les interesa ―parecen muy religiosos, por que el diezmo les interesa más― y los estudiantes son las víctimas de un sistema que no cambia y de personas sin compromiso que solo responden a emociones y no a convicciones.
Si bien es cierto el ente rector de la Educación es el Ministerio de Educación, que ofreció cambiar y mejorar la conectividad en las instituciones educativas, para lo cual debiera coordinar con el Ministerio de Transportes, pero, igual que el borracho que ofreció cambiar, sigue haciendo lo mismo. ¿Qué debemos hacer? ¿Esperamos una nueva pandemia? ¿Conformarnos con la nueva vieja normalidad? ¿A quién le corresponde exigir que se cambie para mejor? ¿Debemos seguir normalizando la discriminación en la Educación? La verdad no sé si es la “nueva vieja normalidad” o la “vieja nueva normalidad”, pero lo que sí sé es que es deber de todos exigir cambios para darle a nuestros estudiantes de las escuelas públicas las mismas oportunidades que a todos.
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.