LA COLUMNA DEL DÍA | Enseñar o formar personas
Creado el Miércoles, 6 de Marzo del 2024 12:36:45 pm
Se inicia un nuevo año académico en la educación de nuestro país y para los padres hay grandes expectativas por ver a sus hijos, sean estos aún niños o jóvenes, personas no sólo educadas sino bien formadas. La sociedad espera de ellos todo lo mejor.
Visto como un sistema, la educación en nuestro país no sólo se expresa en tener centros educativos con una buena infraestructura, sino también que los docentes puedan desarrollar estrategias pedagógicas y de aprendizaje acorde a nuestros tiempos. Así también, debe ser de prioritaria necesidad que los maestros cuenten con principios y valores que a la postre van a permitir luego, formar seres humanos de calidad.
En un momento coyuntural de crisis y de pérdida de valores como el que estamos viviendo actualmente nivel mundial, hay una gran necesidad de contar con maestros que no solo parezcan, sino que deben ser de conducta intachable. La pasión por educar y formar jóvenes es la clave del éxito de una educación por competencias.
Considerando que el principal activo que tiene una organización empresarial y también una sociedad, son las personas que constituyen el capital social, existe pues, una necesidad de tener personas bien formadas. No solo basta tener los conocimientos sólidos para desempeñarse en algún puesto de trabajo o crear su propio empleo, sino también es fundamental tener las habilidades y destrezas para ser una persona efectiva, es decir, eficiente y eficaz. Todo ello se puede lograr con una educación con valores y no sólo con conocimientos. Y esa formación se inicia desde la niñez a través de la escuela con el acompañamiento fundamental de los padres o tutores.
Así también, ya en una educación superior, a través de centros de educación llámese institutos o universidades, hay necesidad de contar con docentes con capacidad no sólo profesional, sino también con capacidades pedagógicas y didácticas y, fundamentalmente, con autoridad ética y moral para formar a las personas.
Veamos el daño que se hace a una empresa cuando uno de sus funcionarios, trabajadores o colaboradores realiza actos que lindan con la corrupción o la delincuencia. Ahora más, miremos a la sociedad peruana cuánto daño le causan las autoridades o funcionarios que toman decisiones que sólo benefician a un grupo o para beneficio personal. La pregunta es: quiénes o cómo se formaron esas personas.
Otra inquietud que nos hacemos en relación a lo que aprenden los estudiantes es qué enseñan aquellos docentes involucrados en actos de corrupción. ¿Tienen la autoridad moral para hablarle a sus estudiantes de qué es lo que deben o no hacer?
¿Qué se está haciendo con nuestros estudiantes? ¿Se está enseñando o formando bien a los futuros profesionales que se van a desempeñar en puestos de trabajo y que luego estas unidades productivas van a contribuir al desarrollo de nuestro país? ¿Qué estamos haciendo en los centros educativos: enseñando o formando personas que luego se van a desempeñar como autoridades y de cuyas decisiones van a depender mejorar o empeorar la calidad de vida de miles de ciudadanos?
Como bien decía ese eslogan: la educación es una tarea de todos.
* Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, pastdecano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y exmiembro del Directorio de Sedachimbote.