Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:31:40 pm

El sector sindical no podía estar ajeno a los hilos de su manejo titiritero y tienen en el Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú (SUPNEP) y a la Federación de Pescadores del Perú, a sus mejores muñecos en su representación fantasiosa del respeto a los derechos laborales del pescador. Otros de sus aliados en el terreno sindical, son los malos funcionarios públicos que en el Ministerio de Trabajo cumplen su rol de lacayos del poder patronal avalando dirigencias sindicales ilegales, y los malos jueces que se rinden ante el dinero y renuncian a su noble tarea de administrar justicia, cuando ilusos pescadores buscan amparo en ellos, demandando pagos abusivos o exigiendo el fiel respeto a las leyes laborales.

Aún sorprendida por el enorme poder desplegado por la SNP en su confrontación mediática con la exministra Triveño, quien osó apartarse del sumiso alineamiento histórico de los titulares del sector, la opinión pública es testigo de hechos que confirman que el manejo de la pesca nacional ha retornado a sus manos: Elena Conterno exministra de la Producción es ahora presidenta de la SNP y un familiar suyo, Piero Ghezzi, el nuevo ministro del sector. Para ellos, todo marcha de maravillas, tanto así que se dan el lujo de publicar sus reuniones resaltando “la responsabilidad social del empresariado pesquero”, mientras que los pescadores artesanales e industriales ajenos a las serviles organizaciones sindicales que tiene la SNP, a pesar del tiempo transcurrido desde que inició su gestión, no tienen la mínima posibilidad de ser recibidos en el despacho ministerial.

Con este preocupante panorama, la tarea se hace complicadísima para los pescadores, que no encuentran en el gobierno de Ollanta Humala la responsabilidad de Estado en este tema. Límites Máximos de Captura por Embarcación (LMCE) que no se respetan en las temporadas de pesca; sistemas de rotación que no cumplen la condición de ser objetivas, equitativas y justas, tal y como establece la norma, y que no son fiscalizadas por el Ministerio de Trabajo; agrupaciones y asociaciones de LMCE que han sido impuestas irregularmente por las empresas pesqueras aprovechando los vacíos en el D. Leg. 1084; una ley pensionaria que precisa de urgentes modificaciones (como el injusto tope máximo de 660 nuevos soles); prestaciones de salud deficientes, y el pago de subsidios por incapacidad laboral limitados y recortados por la exigencia de presentar zarpe y arribo de la embarcación mediante una abusiva Carta Circular de EsSalud que no debe ser aplicable, son algunos de los temas urgentes que deben ser atendidos por el Estado.

Y mientras los pescadores encuentran frustraciones al no ser escuchados por el ministro Ghezzi, que se desvive en atenciones al sector industrial y vive de espaldas a la realidad pesquera, se hacen públicos los escandalosos correos electrónicos enviados por Cecilia Blume, directora de la empresa pesquera Exalmar y socia de Carolina Castilla Rubio (hermana del ministro de Economía y Finanzas), pidiéndole a Luis Castilla la prórroga de la temporada de pesca que se concreta, de manera urgente y atenta, en la resolución ministerial que la amplía hasta el 10 de agosto. ¿No es reprochable tal conducta del actual gobierno? ¿Acaso no fue su bandera de inclusión social la que convenció a los pescadores a confiar en un gobierno nacionalista? ¿Es justo que Ollanta Humala les esté dando ahora la espalda?

*César Córdova Ponce

Director de la revista “La Voz del Pescador”

Escuche la versión radial de la columna:

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