El mentoring
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:33:49 pm
Esto ha ocurrido durante siglos en las artes: músicos y pintores se han sentado tradicionalmente a los pies de un maestro, de su mentor, para aprender de él. Hoy, las estrellas deportivas tienen invariablemente un entrenador, una persona que se ocupa no sólo de su estado físico, sino también de su capacidad mental para la actividad que desean desarrollar.
A fines del siglo pasado, se produjo un entusiasmo súbito por desarrollar este tipo de relaciones dentro del entorno empresarial. Refleja una cantidad de sucesos que tenían lugar al mismo tiempo, por ejemplo, la toma de conciencia de que el ritmo de los cambios se estaba acelerando con rapidez, y que, para ser exitosas, las empresas debían comprender mejor sus implicancias. La mentoría (por parte de una persona externa) se consideró una manera de ayudar a los gerentes a ver el contexto más amplio de cambio, dentro del cual operaban sus negocios.
Se comenzó a ver que los negocios tenían sus propias estrellas, como en el tenis o el atletismo, y que estos individuos necesitaban mentores que los ayudaran a prepararse para sus tareas comerciales. No era suficiente asistir a conferencias y seminarios (que había sido anteriormente el canal principal para el desarrollo y la capacitación). Los gerentes necesitaban reflexionar con alguien a quien pudieran respetar y confiarse. Estos individuos no deberían ser gerentes brillantes en sí mismo, no más de lo que el entrenador del tenis necesita tener a un jugador de tenis brillante. Pero sí debían haber alcanzado cierto nivel de conocimiento y destreza, para poseer una apreciación adecuada de los problemas técnicos y psicológicos con los que se enfrenta la persona para la cual actuaban como mentor.
Se tornó aceptable admitir que lo ejecutivos principales se los limita y restringe, con relación a las personas con las que pueden hablar y, también, a los que pueden decir a otros dentro de la misma organización. Un mentor externo puede encuadrar los problemas dentro de un contexto más amplio y conversar acerca de ellos de manera desinteresada y sin confrontación.
Los gerentes pueden recibir mentoría y ser mentores al mismo tiempo, de la misma manera que una estrella del atletismo puede ser mentor para un joven atleta en ascenso, inclusive cuando la persona de más edad continúa compitiendo en ese deporte.
La mentoría no sucede naturalmente, sin embargo, se debe formalizar en cierta medida. Se debe encontrar un mentor adecuado y se deben coordinar y llevar a cabo reuniones en intervalos regulares. Dentro de estas reuniones no es necesario un orden del día; solo interés mutuo, buenas habilidades para la comunicación y cierto tiempo disponible.
Mg. Felipe Llenque Tume
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote).
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Foto referencial: aulavirtual.lametro.edu.ar
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