El sembrador salió a sembrar
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:37 pm
el hijo de Dios señala las diferentes formas de vivir el mensaje de salvación y de la constancia que se necesita para alimentarla cada día.
- “la semilla que cayó en buena tierra representa a las personas que con buen corazón escuchan y obedecen el mensaje y, permaneciendo firmes, dan fruto. La semilla es el mensaje de Dios”.
Cuando se cultiva la tierra, también se pone un especial cuidado en el desarrollo de una planta, y se prevé que la mala hierba no arruine la siembra y dañe la cosecha. Los hombres dedicados al campo y a sus tierras lo saben mejor, pues de eso depende que coman…
- “No tiene que haber roca debajo; porque hay roca no levanta la planta. Nace, sale y crece, pero luego se amarilla y no se levanta la planta”.
- “Por ejemplo, un jardín no es como una pared. No se siembra y se deja. Todos los días tienen que regarlo y cultivarlo. Sacando la mala hierba y podándolo”.
Para que los jardines de nuestra ciudad luzcan bellas y alegres, se requiere de la persistencia de los jardineros como Daniel. Él nos cuenta que para mantener un jardín se necesita de extremo cuidado, porque una planta es como una persona. Sino no lo atiendes pronto se marchita y termina por sucumbir.
- “si a una persona no lo crían bien se va otro camino. Es como cuando un padre corrige a su hijo y le hace entender lo bueno y lo malo. Así es una planta, sino lo cultivas bien cae al suelo y necesita que lo acomoden para que crezca derecha”.
La vida misma es un jardín donde se incluye zarzas, piedras y espinas. Quien sale a sembrar no solo pone la semilla, sino que tiene la responsabilidad de abonar, regar y podar el cultivo. Solo así podrá obtener una buena cosecha o alegrarse con un bello jardín. Es decir, es la única forma de que un ser humano sea correcto, lleno de valores y con una vida ejemplar.
- “ si usted quiere preparar un jardín, se dispone la tierra se la voltea, se saca la mala hierba y se la abona para luego sembrar la planta”.
Jesús es el sembrador del mensaje, pero a diferencia de las semillas tradicionales, las personas tenemos la capacidad de elegir y de vivir la palabra de Dios. No solo se es responsable de la siembra sino de expandir la buena nueva. Somos testigos que ven, oyen y atienden al reino de Dios.
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