EDITORIAL RSD | Chimbote: una nueva invasión y la misma falta de autoridad municipal
Creado el Domingo, 6 de Noviembre del 2022 03:12:51 am
Ha transcurrido más de una semana desde que un grupo de invasores ocupó tierras de propiedad de la Municipalidad Provincial del Santa (MPS) en el ingreso norte a Chimbote, en el límite con el distrito de Coishco, sin que la autoridad competente –llamada a hacer respetar los fueros de la institución a la que representa en nombre de todos los chimbotanos– haga algo al respecto.
Esa inacción parece anuencia si se tiene en cuenta que durante todos estos días la autoridad edil, el alcalde provincial Roberto Briceño Franco, no ha dicho absolutamente nada. Ni una sola palabra. Ni una advertencia pública a los invasores, o al menos una exhortación, o siquiera una promesa de que hará honor a su cargo cuando ya le resta menos de dos meses para dejarlo. Nada.
Mientras tanto, del otro lado, del lado de los invasores, el número ha crecido y sus intenciones de quedarse también. Y es que el inicial, pero tibio intento de desalojo que ejecutó la MPS, terminó siendo una tácita invitación a volver con más fuerza, número y desparpajo. Y hoy ya se hacen llamar invasión “Pedro Castillo”.
Los usurpadores, como siempre, alegan necesidad de vivienda, ese mismo pretexto que miles de personas esgrimieron hace más de una década para invadir tierras de Chinecas en el extremo sur de Nuevo Chimbote, no solo en medio de la inacción, sino de la anuencia y hasta complicidad de la organización criminal que gobernó por aquel entonces. Una gran cantidad de invasiones con un 40 % de lotes vacíos, con corralones enormes hechos por gente que definitivamente no tiene necesidad de vivienda. Invasiones donde el tráfico de lotes ha seguido presente y los que se han atrevido a denunciarlo han puesto su vida en riesgo. Invasiones donde se puso en evidencia la presencia de organizaciones criminales, donde se han disparado balas, donde ha corrido sangre, donde han matado a dirigentes.
Lo que está ocurriendo en estos momentos a la entrada norte de Chimbote no solo pone en evidencia la falta de autoridad municipal, sino también su doble discurso, pues mientras por un lado Roberto Briceño promueve la formalización de miles de invasores en el sur porque supuestamente le preocupa su calidad de vida, por otro, termina permitiendo la aparición de más invasiones al dejar de hacer lo que tiene que hacer: desalojarlos definitivamente. ¿Cómo entender que lo que escribe con la mano lo borre con el codo? (Y en este punto volvemos a preguntar lo mismo que la semana anterior: ¿cuál es la situación actual del 40 % de lotes abandonados? ¿Y qué pasó con los grandes corralones? Y, de otro lado, ¿en qué quedó el programa municipal de vivienda ofrecido por la administración Briceño?).
Finalmente, es curioso que los invasores hayan decidido ocupar un espacio de enorme potencial económico. Pareciera que supieran que dentro de algún tiempo, cuando alguna autoridad haga realidad las obras complementarias que requiere el Cerro de la Juventud para transformarlo en un ícono turístico de la provincia del Santa, esos terrenos que se encuentran en la zona de ingreso incrementarán su valor. Entonces, tal parece que los cabecillas de esta nueva invasión tienen “visión de futuro”. Y les tiene sin cuidado la zonificación del terreno que han invadido, si son o no áreas de expansión urbana o lo que fuere; tampoco les importa estar al pie de un nauseabundo botadero clausurado hace muy pocos años. No les importa nada, y para sus fines se valen de gente humilde que posiblemente tenga necesidad de vivienda. Total, al fin y al cabo siempre habrá autoridades que, por cálculo e interés politiquero, apoyen a los invasores hasta lograr su formalización.
Radio Santo Domingo – RSD