Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:31:26 pm

Hemos comentado en este espacio, aquello que tiene que ver con las severas críticas por tener un sexto ministro del Interior en tan sólo tres años. El tema que nos inquieta hoy día es la lluvia de críticas sobre supuesta violación de los derechos humanos por parte del novísimo titular del Interior, el exmilitar, señor Daniel Urresti. Pero es correcto y necesario aclarar este infausto hecho; sin embargo, hay gente que no tiene la más mínima porción de moral para lanzarse en avalancha de críticas como es el caso del fujimorato.

Las redes sociales, la prensa escrita y televisada están siendo sacudidas por esos personajes que piden la cabeza de Urresti, piden se le revoque, se le investigue y encarcele. Nada menos que quienes defienden hasta la saciedad la “inocencia” del genocida que hoy trata de impresionar con una histriónica imagen. Es decir, los hoy “valientes” defensores de los DDHH, demuestran su doble discurso pues defienden a un sujeto cuya condena más larga es sobre la autoría mediata de crímenes de lesa humanidad. Fujimori planificó, organizó (junto a su siamés y desde el tristemente recordado SIN) y ordenó ejecuciones ilegales a todo personaje de quienes se sospechaba –aunque sea ligeramente- de ser subversivo. Tremendo violador de derechos humanos tuvo defensores como Martha Chávez (“Ellos se autoasesinaron”, dixit); Luis Cipriani también fungió de defensor del genocida Alberto Fujimori Fujimori, a pesar de que en la puerta del arzobispado de Ayacucho ordenó se coloque el ya famoso cartelito de “Aquí no se ven casos de Derechos Humanos”, o cuando opinó que los que los derechos humanos “son pura cojudez”.

Pero, como dice el dicho “Dios los cría y ellos se juntan”, los apristas (que tampoco tienen autoridad moral para defender los derechos humanos… ¿recuerda usted, amigo lector, los casos de matanzas de los penales, el bombardeo a la ex isla penal El Frontón y un largo etcétera?) le hacen coro y, sólo para mostrar la prueba más fresquita, reproducimos lo que el hijito de Jorgito Del Castillo acaba de declarar ante la prensa, a propósito del robo del que fue objeto la madrugada del jueves. El hijito Del Castillo embistió contra Urresti arguyendo que él sería el responsable por el tema de inseguridad ciudadana. Esto, naturalmente, es una muestra de una avalancha de piedras en el camino de quien, como todo ciudadano, debe tener el derecho de duda y dejarle trabajar en el tema más sensible para nuestro país, respetando, de este modo, la contundencia constitucional cuando se nos otorga el derecho de ser inocente mientras la justicia no nos demuestre lo contrario.

Hay que tener sangre en la cara para poder criticar, sobre todo si se trata de temas muy sensibles.

José Cedeño León

Docente principal de la Universidad Intercultural de la Amazonía

Foto: ilustración de HM Contemporáneo

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