Creado el Jueves, 25 de Abril del 2013 03:35:09 pm

Por otro lado, tras aprobar el viaje de Humala a Venezuela, el Congrezoo luego pretende interpelar al Canciller Pedraglio por supuestamente ocultar información, como si los parlamentarios fueran inocentes niños. Cuestionan a Maduro por un supuesto fraude, por “atropellar la voluntad popular”, por mancillar la democracia en Venezuela, como si en Perú la voluntad popular fuera respetada en casos como, vg., los encargos que el país le hace a los parlamentarios para elegir al Defensor del Pueblo, a los miembros del TC, del BCR; o como si este antro de despreciables personajes respetaran al pueblo cuando, burlándose de las normas, se dieron jugoso aumento de sueldo o hacen componendas bajo la mesa sin respetar la decisión popular que los puso en el Parlamento. Miran la paja en sus ojos que tienen leños inmensos.

Hoy pretenden cuestionar, de buenas a primeras, la posible compra de los activos (y pasivos) de Repsol. Esto merece un análisis profundo. Por ejemplo, la historia nos ha demostrado que el Estado es pésimo empresario por la intromisión de los políticos que convirtieron las empresas estatales en una oficina de empleos, además de caja chica (y no tan chica) del partido gobernante. Asimismo, los negocios entre el gobierno y Telefónica dejan una nube cargada de dudas; pareciera que ahora hay cierta afinidad entre Humala y sus enemigos españoles de ayer.

Pero, en contraposición a esto hay que considerar que NO TODO debe estar en las manos de empresarios privados, esto tiene sus inconvenientes, por ejemplo, producto de una concertación entre productores, muchas veces ellos juegan con los precios, perjudicando al pueblo que hace uso de esos bienes. Es el caso de los combustibles; cuando estos suben de precio, en ese mismo instante los expendedores suben sus precios de venta, sin embargo, cuando se decreta la baja de precios, tardan días, hasta semanas para bajar esos precios.

Además, es correcto proyectarnos a una posible adquisición del patrimonio de Repsol por parte de inversionistas chilenos. Considere usted que en el año 2011, el 20% de la inversión chilena en el exterior se colocó en Perú: $1,013 millones en el sector servicios, asimismo, en el sector industria, las inversiones sureñas llegaron a los US$ 88 millones, mientras que el sector agropecuario concentró US$ 60 millones.

En el 2012 sumaron $12 000 millones las inversiones mopochas en nuestro país, mientras que las peruanas en el sur, solo fueron de $8 000 millones. Ha ingresado Habitat AFP; Cencosud proyecta inversiones por casi $2 000 millones; bueno, habría que evitar mayores inversiones de nuestro amable vecino sureño.

En fin, el tema de robustecer la actividad empresarial del Estado merece un debate serio, sin mediocres temas que sirvan de cortinas de humo y, principalmente sin distraer al pueblo de temas que tienen que ver con asuntos axiológicos.

José Cedeño León

Catedrático de la Universidad Nacional del Santa

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Foto: Diario La República

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