LA COLUMNA DEL DÍA | No botes tu voto: de lo que hay, elige lo mejor
Creado el Viernes, 30 de Septiembre del 2022 04:55:02 pm | Modificado el 30/09/2022 05:00:16 pm
Ya no queda nada para asistir a elegir a quienes nos gobernarán durante los próximos cuatro años a nivel distrital, provincial y regional. Hasta este momento una significativa cantidad de electores no tiene decidido su voto, por lo cual se estima que lo decidirá en la fila o al momento de votar, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, pero esta vez –creo yo– serán más.
He oído intercambiar opiniones y dudas. La gente pregunta ¿por quién vas a votar? Las respuestas son variadas: ¡no sé!, ¿quiénes están postulando?, ¡no conozco a los candidatos!, o ¡todos son iguales, entran a robar!, ¡ofrecen y no cumplen!, y otras similares. Estas expresiones populares grafican consideraciones que deberían preocuparnos porque muestran el desinterés por la política, el rechazo y la falta de credibilidad en los políticos. Son electores votando por quien sea por no pagarla multa. Claro está que en este grupo no están los que votarán por el interés de una “chambita” o quizás “una obrita”.
En los años noventa, aprovechando el desgaste de los partidos con arraigo, se popularizó aquello de que hay que cambiar “la política tradicional”; de ahí que la gran mayoría acogió esta idea con la esperanza de un cambio para mejor. Hoy aún hay discursos que promueven esa idea; sin embargo, más de 30 años después, notamos que han cambiado los políticos, mas no las formas de hacer política. Peor aún, los partidos tradicionales tenían un ideario, una ideología, distintas formas de ver el mundo y el cambio social. Hoy ni siquiera eso podemos ver en los “partidos no tradicionales” que son solo una etiqueta para alquilarse al mejor postor, pues, como se ha visto en los últimos años, sus postulantes pagan para llegar, gastando cuantiosas sumas de dinero que luego, por recuperar, terminan en la cárcel.
Recuerdo cuando niño, las campañas electorales no incluían contratación de orquestas para que vayan a verlos. Quienes querían iban por convicción y por su cuenta, no como ahora, que los llevan en buses. Las pintas se hacían con ocre y aceite quemado que ya no servía, y lo mejor era que los candidatos sí eran conocidos por su comunidad porque eran sus dirigentes, sus representantes o personas que tenían una trayectoria de servicio social, o intelectuales reconocidos pero comprometidos, quienes, desde su ideología, llevaban un mensaje de esperanza y cambio social. Hoy no hace falta que les cuente lo que ustedes ven o, mejor dicho, “no ven” en los actuales partidos. Todo eso hasta la campaña electoral de 1990 en que Vargas Llosa las “pituqueó”: pintas vistosas, artistas en los mítines y afiches multicolores, entre otras novedades costosas. Después de eso nadie se quiso quedar atrás y llegaron los grandes inversionistas.
Es comprensible que por esas razones los electores no se identifiquen con ningún candidato y llamen a votar viciado o en blanco, o voten “por cualquiera”. Pero, si le parece que ninguno es bueno, ¿por qué no se involucra y participa?, ¿acaso tampoco se siente bueno para contribuir a mejorar su pueblo?, ¿acaso también teme entrar a robar? No basta con decir “la política es sucia”; si así fuera, ¿usted espera que la limpien los mismos que la ensucian? ¡Participe y ayude a limpiarla!
No es la política, son los políticos, con honrosas y pocas excepciones, los que tienen una práctica sucia e interesada en el bienestar propio y no en el bien común, como debe ser; en esa misma línea, para justificar esa inacción, se dice: ¡no me interesa la política!, lo cual demuestra una profunda contradicción, pues esos que sí están interesados deciden su presente y su futuro, y usted les da el poder de hacerlo al no participar o al solo cumplir con votar para que no lo multen.
Finalmente, emulando la campaña de Radio Santo Domingo, “No botes tu voto”, para promover un voto informado y consciente esta columna pretende decirle lo mismo, pero de otra manera: vote responsablemente, no porque le pagan para publicitar o porque directamente le ofrecieron algo; piense si después que se acabe esa propina o esa chambita la situación estará mejor.
Si no se informó, aún tiene un par de días. Pero, además de votar por quien prefiera o por el menos malo, involúcrese, ejerza como ciudadano, exija que cumplan con solucionar los problemas que prometieron, y si no cumplen y lo vuelven a decepcionar, organícese y participe activamente para desterrar a los que solo ven la política como un negocio. Si queremos cambiar la forma de hacer política, tenemos que bajar del balcón y ensuciarnos los zapatos, ya que los que entran a la política solo para enriquecerse no se irán por sí solos… ¡hay que echarlos!
Este domingo no botes tu voto. De lo que hay, elija al que considere el mejor. Después no se queje.
Radiosantodomingorsd · COLUMNA DEL DÍA - Miguel Arista Cueva - No Botes Tu Voto* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.