LA COLUMNA DEL DÍA | (In)seguridad ciudadana: una reflexión inicial para el debate (parte I)
Creado el Viernes, 14 de Junio del 2019 12:28:31 pm
En una publicación anterior, a raíz de asesinatos y de la gran movilización de la sociedad huaracina, el tema de la inseguridad ciudadana se puso en debate. Entonces, he sostenido que los comités de seguridad ciudadana –sean de nivel distrital, provincial o regional–, según la percepción de la ciudadanía y a juzgar por sus resultados, son “un té de tías”, pues han resultado inútiles. Esta afirmación la hice en razón del permanente desinterés y ausencia de políticas públicas en esa materia por parte de las autoridades nacionales, regionales y locales, para quienes la inseguridad “es una percepción”. Por supuesto que lo es, pero basado en hechos reales como los asesinatos que en las últimas semanas han conmocionado a Huaraz, y como los asaltos y robos que en Chimbote y Nuevo Chimbote parecen ya no inmutar a nadie porque “suceden a cada rato”.
Pero, ¿por qué no han sido eficaces las medidas adoptadas hasta ahora para combatir este flagelo? Puede ser que las medidas adoptadas o no fueron suficientes o simplemente no existieron. A mi entender, han partido de conceptos erróneos: primero, considerar que la seguridad ciudadana es una cuestión meramente represiva y, consecuentemente, atacar las consecuencias y no las causas.
En el supuesto utópico de que la policía, los fiscales y jueces hicieran su trabajo eficientemente y todo aquel que delinque termine en la cárcel, ¿solucionaríamos el problema? ¿Acaso no siguen apareciendo nuevos delincuentes y nuevas formar de delinquir? Entonces, tendríamos que construir más cárceles una y otra vez. Por eso considero un error enfocar el combate a la inseguridad ciudadana solo desde la represión. Por supuesto, es necesario más patrullaje, comprar cámaras de última generación, adquirir más patrulleros, etc., pero, más importante aún es abordar los factores sociales de riesgo que hacen de nuestra sociedad una fábrica de delincuentes. Ese es el punto de partida: la reflexión autocrítica y colectiva.
Leí la manifestación de un sicario que decía: “Jamás en mi vida había visto tanto dinero”, refiriéndose a tres mil soles que recibió para matar. En otra ocasión, contó un jovencito que los llevaban a practicar tiro a la chacra y la paga ofrecida por ser sicario era de quinientos soles. Pero, ¿qué los lleva a tomar ese camino? Algunos dicen que la pobreza; yo creo que más que eso, pues la inmensa mayoría de pobres se esfuerzan sin delinquir. En realidad es necesario atacar esos “factores sociales de riesgo” para evitar, o al menos mermar, la “producción de delincuentes”. El problema se ha acrecentado por la presencia de inmigrantes delincuentes que hacen quedar mal a sus compatriotas que trabajan honestamente.
Si estamos de acuerdo que es necesario enfocar la inseguridad ciudadana desde esta doble perspectiva, entonces cambiemos el chip de que solo un militar o policía puede liderar este trabajo. Por otro lado, hay tareas por cumplir para la prefecta regional como enlace directo con el gobierno nacional, para los congresistas que deben exigir presupuesto y medidas concretas y no solo declaraciones de interés, para el gobierno regional que debe disponer que su Gerencia de Desarrollo Social confronte estos factores sociales de riesgo, y para los municipios que deben concatenar esfuerzos con las instancias superiores y con las juntas vecinales potenciándolas.
Esta reflexión inicial requiere precisiones que no es posible abordar en esta columna, pero que estaremos planteándolas en una siguiente. Aunque parezca una utopía, es necesario pasar de la crítica y la exigencia necesaria a la confluencia de esfuerzos entre autoridades y ciudadanos para desterrar la inseguridad, empezando por una reflexión autocrítica.
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.
Foto: Visión Informa - Huaraz Áncash