Creado el Martes, 19 de Marzo del 2013 12:05:28 am

Pues bien, entendiendo que la biomasa del recurso anchoveta ha sufrido una gran disminución en estos últimos años y, por consiguiente, también las cuotas de pesca para cada temporada, parece que el que mejor ha entendido esa realidad y tiene visión futura es el empresariado industrial pesquero, que ya está diseñando nuevas fórmulas para optimizar el uso de esta materia prima. Y una de ellas es elaborar y exportar concentrado de aceite omega 3, cuyo valor es hasta 10 veces mayor que el aceite de pescado tradicional. La creciente demanda internacional de este producto, cuyos beneficios para la salud incluyen la prevención de problemas cardiovasculares y propiedades antidepresivas, además de elevar el rendimiento de la función cerebral y de la vista, ha despertado el interés en la empresa Tasa que iniciará la construcción de la planta de refinación y concentración de aceite omega 3 en el segundo semestre de este año.

El darle mayor valor agregado a la anchoveta en nuestro país es ya una necesidad, porque aquí se registra un nivel de pesca equivalente al 9% de la captura a nivel mundial y sin embargo su nivel de ingresos por la venta de productos marinos lo ubica en el puesto 25. Chile, con una pesca equivalente a la tercera parte de lo pescado por Perú, obtiene un ingreso equivalente a 1.85 veces (es decir casi el doble).

El reciente respaldo público expresado por el Presidente Ollanta Humala a la ministra Triveño debe comprometer a su gobierno a cambiar las reglas de juego con una distribución más justa y equitativa, en la cual debe tomarse en cuenta a los pescadores industriales, cuya legislación laboral y remunerativa está encapsulada en los años 70 y los que con justo derecho deben gozar de mayor participación en las utilidades de la exportación de nuevos productos con la materia prima que ellos extraen.

De igual manera, es tarea urgente revisar y mejorar las políticas tributarias para una mayor recaudación, de tal manera que permita al Estado ejercer mayor control y vigilancia en todo el litoral, e invertir en la modernización de los desembarcaderos para consumo humano directo, así como instalar cadenas de frío para que los recursos marinos lleguen con mejor calidad a los sitios más alejados de nuestro país.

El poderoso empresariado industrial pesquero ya está moviendo sus fichas adecuándose al escenario actual, para lo cual está dispuesto a optimizar el uso de la anchoveta y darle mayor valor agregado a sus productos, generándose mayores ganancias. El pescador industrial no debe perder el paso y debe caminar también en esa dirección, para lo cual la remuneración, bonificación o participación de pesca que reciba debe guardar relación directa con el precio del producto que se exporta.

El actual escenario pesquero precisa de políticas con un real justiprecio por la explotación sostenible del recurso, remuneración justa para el pescador, seguridad alimentaria y protección del medioambiente.

César Córdova Ponce

Director de la revista “La Voz del Pescador”

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