¡Cuando un revolucionario muere, jamás muere!
Creado el Jueves, 7 de Marzo del 2013 06:32:51 pm
Chávez cometió el gravísimo error de tutear a la Casa Blanca (léase: grupos de poder mundial), le desafió, le espetó su condición de imperio abusivo; ello le valió ser objeto de un coro antirrevolucionario al cual muchos ingenuos se incorporaron y éstos le dan un aire de pseudo independiente al coro de marras. Pero Chávez habló (sin conocer el nocivo trasfondo político de la obra de Bolívar) de un pensamiento bolivariano, queriendo internalizar, en cada americano, un sentimiento de Patria Grande, LIBRE de TODA atadura, hermanada, en camino al desarrollo conjunto, distante de todo imperio. Eso es lo sustancial de la obra de Chávez, ese es el ejemplo que los pueblos conscientes de América autóctona debemos continuar.
La conformación de un bloque regional que cada vez va robusteciéndose, un bloque que apunta a ser la Patria Grande, un bloque que hoy es emergente y que tiene significativos índices de crecimiento, es lo que los verdaderos hijos de América anhelamos, por el bien de nuestras futuras generaciones. Al escribir estas líneas, están pasando las noticias y comentarios respecto a la infausta pérdida y escuchamos algo brutalmente insólito: el congresista Galarreta expresa su “esperanza que la región retorne al camino del que nunca debió salir” (¡¡!!) Veamos, este parásito pretende que la situación de crisis (política y económica) permanente; es decir, la inestabilidad política de los hermanos pueblos de Ecuador y Bolivia, por ejemplo, países donde llegamos a ver hasta cinco presidentes en dos años, deba regresar. Este sujeto pretende que sigamos con la cerviz inclinada ante el poderoso e inhumano tiburón del norte, que sigamos siendo el traspatio de los EEUU. Sólo nos queda expresar, frente a esta brutalidad: ¡qué clase política “nacional” tiene nuestro país! Ecuador y Bolivia se vienen consolidando política, social y económicamente; el coloso Brasil, como Cuba, es un aliado estratégico de Venezuela, lo mismo sucede con Argentina, Uruguay, Nicaragua y, en cierta medida, Perú; esta es la región emergente, sólido bloque que hoy, Y sólo hoy se hace respetar a nivel internacional. Esta es la situación que no debe cambiar.
El viejo lema que “Cuando un revolucionario muere, jamás muere”, encaja a perfección frente a esta inmensa pérdida. ¡Gloria eterna a un líder que osó tutear al viejo imperio norteño!
José Cedeño León
Catedrático de la Universidad Nacional del Santa
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