Papa Francisco: "Dios hace maravillas en nuestra humildad"
Creado el Miércoles, 8 de Diciembre del 2021 04:27:22 pm | Modificado el 02/08/2024 10:57:19 am
En la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el papa Francisco recordó que para hacer maravillas, "el Señor no necesita grandes medios ni nuestras sublimes habilidades, sino nuestra humildad, nuestra mirada abierta a Él y a los demás".
El pontífice reflexionó sobre el Evangelio de hoy, que recuerda el momento en el que el ángel anuncia a María que se convertiría en la Madre de Dios "mientras ella estaba en su casa".
El santo padre observó que una persona "se revela mejor en su propio hogar que en otras partes", y precisamente, "en esa intimidad doméstica el Evangelio nos da un detalle que revela la belleza del corazón de María".
En este sentido, explicó que recibir grandes elogios, honores y cumplidos a veces tiene el riesgo de despertar el orgullo y la presunción.
Francisco dijo que la perfección de María, "la llena de gracia", la declara el ángel dentro de las paredes de su casa: no en la plaza principal de Nazaret, sino allí, en el ocultamiento, en la mayor humildad.
“Con ese anuncio, dentro de las pobres paredes de una pequeña casa, Dios cambió la historia. También hoy quiere hacer grandes cosas con nosotros en la vida de todos los días: en la familia, en el trabajo, en los ambientes cotidianos. Ahí, más que en los grandes acontecimientos de la historia, ama obrar la gracia de Dios”, manifestó asomado desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico del Vaticano.
El obispo de Roma exhortó a pedir a la Virgen una gracia especial: "Que nos libre de la idea engañosa de que una cosa es el Evangelio y otra la vida; que nos encienda de entusiasmo por el ideal de santidad, que no es una cuestión de estampitas, sino de vivir cada día lo que nos sucede con humildad y alegría, libres de nosotros mismos, con la mirada puesta en Dios y en el prójimo que encontramos".
El sucesor de Pedro dijo que el Señor nos ha dado a todos un buen paño para tejer la santidad en la vida diaria. Y cuando nos asalte la duda de no lograrlo, la tristeza de ser inadecuados, dejémonos mirar por los "ojos misericordiosos" de la Virgen, ¡porque nadie que ha pedido su ayuda ha sido abandonado jamás! (L.U. – RSD Noticias).