Profetas en el desierto
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:44 pm
Lo que diferencia a un profeta de aquel que vive para ocultar la verdad es su búsqueda de justicia. De ahí que deviene una ola de amenazas en contra de su integridad física y moral; pues muchos de ellos son objetos de calumnias.
Juan el bautista reconocía su condición y asumía su rol. Él preparaba el camino para Jesús. Juan hablaba de un reino que trasciende lo terrenal, condenaba los problemas morales, políticos y sociales de su tiempo; pero anunciaba a al hijo de Dios como una respuesta a toda la problemática. Un profeta es capaz de anunciar la justicia, pero con la verdad. Se trata de vivir mejor y buscar el bien de toda la familia, la iglesia y la comunidad.
La verdad incomoda, pero libera; permite conocer la realidad tan cual es, y a partir de allí proponerse acciones en favor del bien común. Pero se requiere de mucha humildad y tolerancia, para ser capaces de reconocer nuestro lugar en la sociedad y contribuir a su desarrollo. Juan reconoce a Jesús, habla de él, y lo muestra como Dios. Y Jesús, en respuesta, también ensalza a Juan y le anima a seguir luchando por aquello que cree. La humildad puede obrar milagros, pero hace falta de un corazón dispuesto a aprender y servir.
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