Pescadores de hombres
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:26:55 pm
llegaron al Perú hace cinco años.
Para Angélica, esposa de Andrea Amadei, este estilo de vida del campo es una experiencia por demás enriquecedora. Pues en los años de voluntariado ha aprendido de la sencillez y la humildad, tanto en la sierra como en la costa peruana. Ahora que es madre de tres pequeñas, entiende más la razón de servir al prójimo.
Soñar que se puede cambiar el mundo es muy común entre la juventud, pero hacer que esa posibilidad se convierta en una realidad es una tarea que pocos realizan. Y aunque la imperfección es una característica muy nuestra, la voluntad por sostener al que va de caída es lo que mueve el espíritu de Andrea, Simone o Angélica. Voluntarios de la Operación Mato Groso en Tangay, Chimbote.
Ver luz entre tanta oscuridad es una muestra de esperanza. Esa chispa que impulsa la compasión que vive dentro del corazón. Servir y llevar el mensaje de Jesús es una pasión que crece pococ a poco y se fortalece con el ejercicio de la fe. Pues es dar de lo que amas.
Jesús, tras el encarcelamiento de Juan, se estableció en Cafarnaún. Y pasando por Galilea, llamó Simón (Pedro), Santiago y Juan a su servicio. Los invitó a ser pescadores de hombres y ser partícipes de la asistencia al prójimo. Hoy, sigue llamando al ser humano a sumarse al gran reto de la vida. Pocos escuchan su voz, pero al hacerlo entregan su vida a esa pasión que es dar más que recibir.
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