Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:20 pm
como la purificación de copas, jarros y bandejas -.5Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?»6El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.7En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.8Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.»14Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended.15Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.21Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos,22adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.23Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.»