Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:25:50 pm
luego de un tiempo de enamoramiento, noviazgo, que ha permitido el conocerse y estrechar lazos familiares, ambas personas procedentes de hogares diferentes, con sus propias costumbres, han de hacerse una sola carne. Para el matrimonio Reyes Sialer, fue una experiencia maravillosa el tener un hogar propio y si tuvieron temores en la nueva responsabilidad la superaron en unidad.
Lo que Dios ha unido y bendecido no lo debe separar el hombre, es el mandato de Dios. Hay situaciones que ponen en riesgo el cumplimiento de este mandato, como el restarle importancia al matrimonio, las malas influencias, el factor económico y sobre todo si el matrimonio no está cimentado sólidamente en la fe.
Sea cual fuere el motivo que encaminó a la pareja al matrimonio, ya sea el amor o el capricho; una vez embarcados los esposos en ésta travesía, tendrán muchas veces un mar que se mostrará sereno y otras impetuoso, deberán aprender a superar cada situación, es decir deberán aprender a amar y el amor se construye y se alimenta día a día.
El mirar la vida pasar debe ser, en la experiencia de los esposos, como la experiencia y mirada de los niños, que comparten, se alegran, y si riñen, al rato ya ni se acuerdan, en ellos el amor no deja lugar para las rivalidades y el orgullo.
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