Informe de la semana: ¿Juzgar debilita la fe?
Creado el Viernes, 8 de Septiembre del 2017 08:16:50 am | Modificado el 11/10/2021 04:39:08 pm
El ser humano atraviesa momentos buenos y malos, se equivoca, se apresura, se cae y se levanta. A veces no es consciente de sus errores, pero más de las veces sí. Es en esos momentos cuando hace falta el respaldo o la corrección de un tercero, pues en ocasiones los ojos del prójimo son las únicas ventanas por la que podemos visualizar nuestras faltas.
Juzgar es una práctica dañina que implica que quien lo hace está en un nivel superior, sin embargo no es así, porque los errores son inherentes al ser humano, y Jesús nos recuerda que todos somos iguales y responsables de cada miembro de la comunidad en la que nos desenvolvemos.
«Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos”, dice Jesús. Todo empieza con corregir personalmente a quien está equivocado. “No se trata de descalificar al prójimo, sino de darle la oportunidad de enmendarse y crecer”, explica el sacerdote Carlos Doza Medina.
La fe es una profesión personal que se practica en comunidad y, Jesús mismo reconoce: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, resaltando así la importancia de vivir en comunidad, espacio donde las correcciones y reconocimientos permiten al hombre crecer y avanzar.
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