LA COLUMNA DEL DÍA | Es momento de frenar la delincuencia
Creado el Lunes, 25 de Noviembre del 2024 10:24:51 am
La delincuencia se encuentra desbordada a nivel nacional, es la capital donde se concentra la comisión de la mayor cantidad de delitos, y ahora nuestro puerto parece empezar a sufrir el azote criminal con la misma intensidad.
Chimbote siempre fue una ciudad con alto nivel de conflictividad social, aquí también existieron bandas criminales en mayor cantidad que en otras ciudades del norte peruano, pero lo que sucede en estos tiempos es algo diferente y peor.
Luego de un par de décadas en las que el crimen organizado parecía haber desaparecido de nuestro puerto y concentraba sus estragos en metrópolis más grandes como Trujillo y Piura, nos habíamos acostumbrado a afrontar y soportar a la delincuencia menuda, llegó el canon minero y con el dinero corriente, también se multiplicaron los delitos comunes.
Durante los gobiernos regionales de César Álvarez hubo criminalidad focalizada en su entorno porque se instalaron camarillas delictivas que pugnaban entre sí por el control de los cupos y las coimas en el GRA, en aquella época se produjeron luchas homicidas entre las facciones que se disputaban los espacios de poder llegando a niveles insostenibles, hasta que la detención de Álvarez menguó en su capacidad operativa.
Pasaron los años y la ola migratoria de venezolanos huyendo de las penurias del chavismo fue aprovechada por delincuentes caribeños que encontraron en nuestro frágil sistema penal y en una debilitada PNP, el espacio idóneo para cometer sus fechorías con impunidad. De pronto también se multiplicaron los extranjeros venidos de Colombia ofreciendo préstamos a todo el que urge de dinero bajo la modalidad usurera del gota a gota, generando la aparición de motos por doquier y la circulación de armas para la extorsión y el sicariato.
Sería absurdo negar que, siempre tuvimos delincuencia común, pero con la llegada de extranjeros los niveles de sofisticación y ferocidad criminal aumentaron enormemente, generando la sensación de que la inseguridad es la regla y que la PNP no está preparada para combatirla.
En realidad, la solución pasa por restablecer el principio de autoridad a través de la aplicación de la ley de manera severa. No tiene sentido que nuestra legislación penal sólo sirva para meter presos a políticos y funcionarios públicos, pero no sea igual de útil para castigar a la feroz delincuencia que extorsiona y mata sin piedad.
Aún con todos sus bemoles, es preciso apoyar a la PNP y en el caso de Áncash debemos aprovechar el canon minero para equipamiento policial vía convenio y en reforzar la seguridad ciudadana en los municipios. Cuando existe liderazgo y voluntad se pueden derrotar a la delincuencia, sino veamos a Bukele en El Salvador y ojo que la mara salvatrucha era más poderosa que el Estado, sólo bastó decisión firme para reestablecer el orden y la seguridad, acompañado de leyes severas e inteligentes.
* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.