Hablando con el ejemplo
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:25:12 pm
la misión de usarlo para servir al hermano y para sonreírle con la alegría de ser un agradecido por el amor y el sacrificio de Jesús.
Ser un misionero como Juan es una elección que le corresponde a cada persona. Una iniciativa que nace en lo profundo del corazón de Dios; una pasión alimentada solo por él.
El rector del Santuario “Señor de la vida”, Padre Jaume Benaloy Marco, originario de España; manifiesta su intensa pasión por la misión de llevar el mensaje de paz a todo los lugares a donde sea enviado. “Lo importante es no rendirse ante las dificultades y el rechazo”, comenta el padre Benaloy.
Ser el mensajero de Dios es más que una sencilla elección, es aceptar vivir bajo los conceptos y la guía que ofrece. Es entregarle el todo de la vida y, en ocasiones, llorar por aquello que aparentemente no llegará; pero solo Jesús sabe que al final del día hay un arco iris que ilumina los atardeceres.
Juan fue el misionero, el mensajero de Jesús; preparaba el camino anunciando las buenas nuevas con esa frase “en medio de vosotros hay uno que no conocéis”.
Para su tiempo, Juan el Bautista era el mensajero y el misionero; para el hoy, un sacerdote es el guía espiritual que anuncia a un Dios que es real, humano y espiritual. Capaz de sufrir con los desconsolados y apto para anunciar esperanza para todos.
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