LA COLUMNA DEL DÍA | El papa peruano: retos y esperanzas frente a la crisis global
Creado el Martes, 13 de Mayo del 2025 09:47:20 am

El jueves 8 de mayo, al mediodía, la inmensa mayoría de peruanos quedamos gratamente impactados con el anuncio en el balcón de la iglesia San Pedro en el Vaticano: el Cardenal Roberto Prevost había sido elegido papa. Y no solo se trataba del misionero y obispo que ha dedicado la mayor parte de su vida a su labor de apostolado en nuestro país, sino que también tiene la nacionalidad peruana.
En medio de las guerras, el cambio climático y crisis global, pero sobre todo en medio de tanta desgracia, corrupción y desesperanza en nuestro país, esta noticia enciende una luz de esperanza al tomar conocimiento de que el Papa Prevost no solo es una persona muy bien preparada, sino que esencialmente es un ser humano sencillo, con capacidad de trabajo, profundamente conocedor de la realidad del Perú, de América Latina y de lo que pasa en el mundo entero.
En esta humilde columna intento repetir todas las veces que sea posible que nadie puede impulsar un proceso transformador si primero no conoce bien la realidad, si no tiene capacidad de escuchar, de analizar, pero sobre todo de plantear soluciones y luchar sin cansancio para llevarlo a la práctica.
Por la información de los medios de comunicación, de amigos y organizaciones que trabajan en el norte del Perú, mientras que el señor Trump, presidente norteamericano, hacía un esfuerzo impostado para saludar al papa Prevost por haber nacido en Estados Unidos, a las autoridades locales, a los religiosos y a los pobladores sencillos de Chulucanas en Piura, de Trujillo y especialmente de las diferentes localidades de Chiclayo, solo les bastó buscar en sus redes, en sus celulares y en los recuerdos de tantas vivencias, para compartir imágenes reales del papa Prevost haciendo misas, caminando, conversando y trabajando en la pandemia o en el fenómeno El Niño, ayudando a las familias humildes en sus labores diarias.
Por ello, en su reciente mensaje a todos los cardenales, el papa Prevost ha expresado: “Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial, y hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.
En medio de tantos intereses de los países poderosos, por vender armas para las guerras, de hacer gala de su poder político y económico, o de hacer negociados tras bambalinas para multiplicar las ganancias de sus empresas transnacionales, qué duda cabe de que el papa Roberto Prevost no tendrá una labor fácil y posiblemente no logre todo lo que se proponga.
Pero de lo que sí estamos seguros es de que el papa sencillo, preparado, trabajador y conocedor de la realidad, en los años que le toque liderar la Iglesia católica, hará todo el esfuerzo por recorrer los países, escuchar a los más humildes y hacer todo lo que esté a su alcance para cuestionar las guerras, la acumulación de riqueza desmedida y la corrupción, pero sobre todo promover la paz, la justicia y acciones que impulsen una convivencia armoniosa entre los seres humanos y el cuidado del medioambiente y la casa común.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, excandidato a la Gobernación Regional de Áncash.
