El tiempo de Dios
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:26:59 pm
en el Templo, durante el tiempo de la purificación. Una Celebración para consagrar a los primogénitos que databa desde el tiempo de Moisés.Ana y Simeón no solo eran dos ancianos. Ellos, además, servían en el templo de Jerusalén y a pesar de que estaban en el ocaso de sus vidas su confianza en Dios era sólida. La edad no condiciona el deseo y voluntad de asistir al prójimo, así lo demuestra la joven Melissa Vásquez Montañez (19), quien ha adoptado el servicio como parte de su vida diaria.
Servir no es sinónimo de lástima. Es recordarle al prójimo que es tan digno como toda la creación. Que merece ser tratado con decoro, por su condición de ser viviente. Lo que ha entendido, a pesar de su corta edad, Melissa Vásquez. Porque, la edad no condiciona el nacer de la misericordia o el espíritu altruista de quien hace del servicio su estilo de vida.
Melissa es voluntaria del Hospicio Santiago Apóstol desde hace un año. Llegó para seguir sus prácticas pre profesionales en Asistencia en Geriatría, pero se quedó al conocer la necesidad de los pacientes terminales del Hospicio.
La vejez es asociada con la sabiduría y, seguramente, para Melissa, vivir de la mano de la experiencia le ayudará a moldear su personalidad, a esperar con la paciencia de Simeón y a actuar con la constancia de Ana.
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