Dios no ve diferencias, ve corazones
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:54 pm
Jesús, mediante esta parábola “Los obreros de la viña”, explica que el salario es el mismo para todos.
La religiosa mercedaria, Mercedes Gamero Luque, es una de las trabajadoras que fue llamada al servicio completo del Señor. Y hoy, habiendo gastado más de 50 años de su vida en pro de la labor humanitaria y religiosa, nos cuenta como escuchó el llamado sublime de Dios.
La madre Mercedes Gamero reconoce que el regalo más grande para todo ser humano es la vida; porque Dios no ve las diferencias en el ser humano sino la disposición del corazón. Por esto, el salario que se nos paga es la existencia.
No cabe duda que el reino celestial está preparado para los escogidos que deciden vivir el designo de Dios ya sea como laicos o religiosos; pero cumpliendo aquella misión de anunciar las buenas nuevas que se nos ha encomendado.
A todos se no has prometido la felicidad y la vida eterna, pero tener este premio no depende del tiempo dedicado al trabajo a favor de la humanidad y al servicio de Dios sino del cómo se cumple este deber.
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