Informe de la semana: Sígueme
Creado el Viernes, 8 de Abril del 2016 08:23:42 am | Modificado el 11/10/2021 04:38:07 pm
“Simón, hijo de Juan, ¿tú me quieres?”, es la misma pregunta que Jesús le repite al entristecido Pedro; el mismo discípulo que lo había negado tres veces cuando fue tomado prisionero, el mismo discípulo que aún se mantenía oculto por el temor, las dudas y el desconcierto. Estaba feliz, y junto a los otros discípulos sabían que Jesús estaba entre ellos, era la tercera vez que se les aparecía de “un modo extraordinario”, narra el sacerdote Fernando Asín Castellón.
Pedro, el pescador de oficio del mar de Galilea, es descrito como un hombre rudo, de difícil carácter, pero muy apegado a Jesús; su amigo. Le había fallado ya, se había perdido entre las dudas, le fue difícil mantener su fe ante sus acusadores; sin embargo, Jesús confía en él, lo conoce, sabe que tiene muchas debilidades y, a pesar de ello, está decidido a acompañarlo en el camino de la vida.
La muerte de Jesús representa el fracaso, aparentemente el anuncio del Evangelio se pierde. Incluso los discípulos permanecen ocultos, con la incertidumbre pesando sobre sus cabezas, sus vidas y sus familias. El Líder había muerto en la cruz. Las esperanzas en el Mesías se habían desvanecido. Empezaba ser difícil ser constante en la fe con el Maestro crucificado.
La resurrección es sinónimo de vida. ¡Jesús vive, ha resucitado! Ahora se les aparece a los discípulos, a María de Magdala. Antes de la cruz los había preparado, pero ellos no estaban listos. Ahora, Jesús los va a formar nuevamente, y esta vez ellos tendrán que mantener la fidelidad en Dios, las Buenas Nuevas, la Resurrección y la vida eterna. La invitación de Cristo resucitado es la misma que le dijo a Simón Pedro: “Sígueme”.
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