Informe de la semana: Servicio y agradecimiento
Creado el Viernes, 7 de Octubre del 2016 08:12:43 am | Modificado el 11/10/2021 04:38:22 pm
Todos tenemos a alguien a quien agradecer, ya sea que integre nuestra familia o no… Tal vez un amigo, un vecino, un doctor, o sencillamente al encargado de mantener nuestras calles limpias y ordenadas. Alguna vez fuimos favorecidos a través del servicio brindado. Es cuestión de recordar. Por ejemplo, cuando mamá prepara la comida nos hace un favor. Pues pone la mesa para que podamos compartir lo que hay. No solo es un acto de dar o hacer, sino una forma de servir motivados por la bondad nacida del corazón.
¿Quién dice que no le debemos agradecer a la enfermera que atiende en un establecimiento de salud? ¿Por qué no agradecer al colectivero que nos traslada al colegio, al mercado o al trabajo? ¿Nos olvidamos de agradecer al docente, al bombero, al policía? Sí, los profesionales y técnicos reciben un salario por el trabajo que realizan, y a la comunidad le corresponde agradecer por ese servicio. No solo porque se nos ha enseñado a ser agradecidos desde pequeños, como cortesía, sino porque los seres humanos tenemos la necesidad de sentir el calor humano, porque allí encontramos el combustible para seguir trabajando y sirviendo.
Jesús sana a diez leprosos. Nueve de ellos, judíos, seguían las reglas de su religión, pero olvidaron lo más importante: ser agradecidos. Tal vez se emocionaron y corrieron a dar aviso a sus familiares o simplemente quisieron pasar frente a las plazas principales para mostrar su nueva condición de "hombre limpio" que significaba la restitución de la dignidad y el respeto. El samaritano, uno de los diez, vuelve a Jesús para agradecerle. Seguramente él no tenía esperanza alguna de ser sanado, pidió un favor y le fue dado. No podía continuar como si nada hubiera pasado, porque algo dentro de él se había conmovido por la presencia de Jesús. Así es el agradecimiento que nace desde el interior de la persona y fluye con naturalidad, sin presiones, tal como “la misericordia inagotable de Dios por el hombre”, afirma el sacerdote Giovanni Sabogal Osorio.
Decir "gracias" es parte de nuestra vida, aprendida desde la infancia, que suele ser más difícil de decir a medida que vamos creciendo. Independiente de la razón que haya detrás de un acto de solidaridad o responsabilidad, nos corresponde a nosotros, de manera personal, ser agradecidos, porque nada justifica nuestra respuesta o reacción frente a un hecho. ¿Volverías para agradecer tal como el samaritano? La respuesta es tuya.
AUDIO: