Informe de la semana: El soplo de vida
Creado el Viernes, 3 de Junio del 2016 11:55:20 am | Modificado el 11/10/2021 04:38:10 pm
La maternidad es uno de los sucesos más sublimes en la vida de la mujer, además de ser una elección que trae consigo muchas responsabilidades, así como alegrías. En definitiva, para ser madre no se necesita concebir, porque hay mujeres que dedican su tiempo y su vida a la crianza y educación de un niño o niña sin tener mayor vínculo sanguíneo. Por ejemplo las mamás adoptivas o, incluso las madrinas.
Ser mamá es renacer y descubrir un mundo tan nuevo que solo se va recorriendo de la mano del hijo, tal como nos cuenta Sonia; madre de un pequeño de 2 años y medio. Para ella, ser madre es una de esas etapas que jamás cambiaría, pero que le trajo miedos y dudas acerca de qué es lo correcto para cuidar de quien es y será su compañero de viaje.
El amor, cuando se trata de los hijos, es desmesurado, infinito e inagotable. La sola idea de que un peligro ronde la vida de alguno de nuestros pequeños, puede convertirse en un dolor difícil de controlar. Como aquella viuda de Naín, quien después de haber visto agonizar a su hijo, se sentía vacía y llena de dolor. San Lucas dice: “Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores". Ciertamente, el corazón materno alberga los mejores deseos para sus hijos, y las palabras de bendición que emergen de entre los labios son los más sinceros.
Jesús aparece justo en el momento en el que una viuda desconsolada acompaña a su hijo al sepulcro, se acerca al cuerpo inerte de aquel muchacho y le dice: “levántate”. Un aliento, un soplo de vida que llega como una orden que no solo va para quien ha muerto físicamente, sino para todo aquel que se siente desfallecer y cree que no hay motivos para seguir en este camino llamado vida. Jesús sigue diciendo “levántate” aun hoy, ¿quién lo escucha? ¿Cómo responder? Solo le corresponde a cada ser humano.
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