Informe de la semana: El paso a una nueva vida
Creado el Domingo, 27 de Marzo del 2016 12:55:52 am
Regresar es un desafío cuando “se toca fondo”, porque puede significar la muerte espiritual. Pero para la alegría de los familiares del estudiante de psicología, Dary Ramírez, él entendió que apartarse de la fe y faltar a la confianza de su familia no solo lo alejaba de sus sueños, sino que lo obligaba a vivir entre sombras, solo y vacío.
La muerte es la última estancia del cuerpo, en el tránsito de la vida. Los discípulos tenían que enfrentar ese dolor de ver partir al Maestro. Con ese suceso, en particular, se iban las esperanzas de una posible redención. Pero además, Jesús era el amigo. Y, ¿quién no se duele con la partida de un amigo? Pero era necesario que sucediera tal cual lo habían anunciado los profetas, antes de Cristo, porque significaba nacer a una nueva vida.
Jesús no solo murió; también, resucitó. Y la resurrección, hoy puede significar morir a un estilo de vida, a una forma de actuar que no beneficia a quien la práctica y que daña a quienes lo rodean. Por ello, sin la resurrección la fe puede resultar vana, reflexiona el P. Fernando Meléndez.
“Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos”, narra Juan, con lo que se puede entender que los discípulos estaban lleno de dudas tras la muerte de su líder, aún no creían que Jesús volvería del hades; sin embargo, su retorno inyecta de vida no solo a los apóstoles sino a la comunidad cristiana que, dos mil años después, sigue viviendo las Buenas Nuevas.
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