Informe de la semana: Anda y no peques más
Creado el Viernes, 11 de Marzo del 2016 08:25:07 am | Modificado el 11/10/2021 04:38:07 pm
Cometer el mismo error reiteradas veces daña. No se trata de un mal hábito o de vicios “no trascendentales”. Errar es humano. Tenemos la libertad de quedarnos con esa falta, sea grave o leve, o de enmendarlas y aprender a ser justos, como nos llama Jesús cuando le dice a una mujer: "Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más".
Un grupo de judíos, muy arraigados en su fe, llevan ante Jesús a una mujer hallada en flagrante adulterio. No es que buscaran justicia, según La ley de Moisés, sino sorprender a Jesús para tener argumentos con que atacarlo. Sin embargo, la decisión del Hijo de Dios resulta coherente para los judíos y no contradice el mensaje de amor y misericordia que profesa Jesús al transmitir las Buenas Nuevas.
La ley humana permite la convivencia y favorece el desarrollo integral de la persona en sociedad. Las faltas a estas normas son consideradas delitos y son juzgadas de acuerdo a la legislación de cada Estado. Pero hay faltas morales, éticas o espirituales que dañan al hombre y tienen la capacidad de someterlo, los vicios por ejemplo, y son conocidas como PECADOS, que “solo pueden ser sanadas con acompañamiento y decisión muy personal”, refiere el sacerdote Juan Anguerry Preciado.
Jesús pregunta: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?". Probablemente la mujer sintiera mucho miedo ante el inminente castigo por su pecado, pero Jesús actúa con misericordia. No solo le da una oportunidad de empezar una nueva vida a aquella mujer, sino que llama a sincerarse a la gente que la entrega para someterla a juicio. No hay nada oculto para Dios, lo que significa que a pesar de nuestras falencias, Él sigue ahí, sin juzgar ni condenar, solo acompañando nuestros pasos en el transcurso de la vida.
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