LA COLUMNA DEL DÍA | Ser ‘problemático’ o ser cobarde
Creado el Viernes, 17 de Noviembre del 2023 02:46:06 pm
¿Les ha pasado que se les acerca alguien y les dice, discretamente, casi murmurando: “Te cuento que sucede esto para que denuncies”? A mí me pasó muchas veces, algunas directamente y otras por mensajes, pidiéndome guardar el secreto. Normalmente, mi ímpetu idealista me hacía asumir como mías tales denuncias, dejando en el anonimato a las víctimas reales, haciéndome acreedor a calificativos como polémico, complicado, conflictivo, inquisidor, problemático, etc. Hasta que en una de esas ocasiones se me ocurrió preguntar: “¿Por qué no denuncian ustedes mismos?”. “Porque tenemos miedo”, respondían. Entonces pensé: “¿Y yo soy supermán?”.
En nuestra sociedad es muy frecuente encontrarnos con personas que, independientemente de su condición social, permiten injusticias, abusos e irregularidades por temor a represalias y hasta vergüenza al qué dirán, y, para ser defendidos, acuden a quienes sí se atreven. Está bien que algunos asumamos la defensa de la justicia y de quienes están en condiciones de vulnerabilidad, pero no puede escudarse esa actitud en la cobardía y la falta de coraje porque de esa forma se normaliza ocultar los males sociales.
Nos quejamos, renegamos, murmuramos, nos contamos en voz bajita de las situaciones o acciones que consideramos injustas o irregulares, pero no levantamos la voz, no nos atrevemos a exponer a los autores ni los hechos cuestionables. Así, nos hacemos cómplices por omisión, o más bien por falta de valor, permitiendo que se perpetúe aquello que detestamos en silencio. Todos somos responsables, por acción u omisión, de lo que sucede a nuestro alrededor y debemos asumir la responsabilidad.
Si siempre consideramos que no somos capaces de representarnos a nosotros mismos, algo no está bien; sin darnos cuenta, estamos asumiendo que somos inferiores a quienes sí se atreven a hacerlo. Las etiquetas o calificativos cumplen el propósito de frenar la justicia y mantener la impunidad, con la complacencia de gente bien que pueden ser mayoría, pero que se paraliza dejando que los malos ganen.
Pensemos en voz alta por un momento y respondamos: ¿por qué decir públicamente una verdad de interés social es ser “conflictivo”? ¿Por qué quien se atreve a protestar o a exigir justicia es considerado “polémico”? ¿Por qué denunciar un hecho perjudicial nos etiqueta como “problemático”? ¿Qué pasaría si todos tuviéramos el coraje de decir las cosas como son? Usted qué escoge: ¿acobardarse o enfrentar los problemas con entereza y dignidad, a riesgo de ser etiquetado como problemático con tal de mejorar?
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.
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