Creado el Domingo, 10 de Marzo del 2024 11:07:49 pm

Ahora se entiende el desgobierno que padecemos, comenta el abogado Pablo Rioja Cueva

Un vergonzoso “affaire” con una jovencita que fácilmente podría ser su hija, le costó el puesto al ex premier Alberto Otárola.

Durante varios meses se hicieron públicos diversos informes periodísticos que mostraban la proclividad del “donjuanesco” Otárola para darle chamba a sus amistades, particularmente mujeres, en ningún reportaje se cuestionó el contrato de algún “amigo”, sino que, en todos los casos fueron damas de agraciada suerte y figura las que accedieron a trabajar o prestar servicios en el Estado, inmediatamente después de reunirse con el cesado premier.

Las novedades de los dominicales de ayer, nos muestran que Otárola irresponsablemente se vinculó con una jovencita que hace algún tiempo venía coqueteando y negociando con otros actores políticos, sus calentonas conversaciones y de yapa todo tipo de información que le fuera útil a sus desconocidos intereses. El affaire nos muestra que, un funcionario tan importante como el premier y que para algunos era el que gobernaba el país en los hechos, termina convertido en un “viejo verde”, totalmente irresponsable con sus relaciones personales, y no me refiero al lado sentimental, sino al político, porque la dama con quien tuvo una breve relación, también se encontraba vinculada de manera muy cercana con sus adversarios políticos, quedando clara la sensación que el defenestrado Otárola nunca supo diferenciar entre “el amor al chancho y el amor a los chicharrones”.

Más allá de Otárola, las relaciones amicales y sentimentales que han sido expuestas por este escándalo también involucra a los hermanos Vizcarra y su hombre de confianza César Figueredo, quedando la sensación que las involucradas conocían y aprovechaban las bajas pasiones de nuestros políticos. Nota aparte resulta el hecho que el defenestrado Otárola no haya declarado una hija, no solo por el cuestionamiento administrativo de la omisión, sino principalmente moral, porque la paternidad nunca debe ser negada y menos en documentos públicos, más allá de que la madre esté ahora ligada sentimentalmente al hermano de Martín Vizcarra.

Ahora se entiende el desgobierno que padecemos, porque visto en perspectiva, ¿cómo podía concentrarse Otárola en el Perú, si tenía que pensar en sus amigas y las relaciones que mantenían con sus adversarios políticos?, que lo tenían cuando menos preocupado, sino chantajeado. El nivel de nuestros políticos es tan bajo, que no alcanza para un capítulo de “House of cards”, sino apenas para una telellorona borrascosa.

Mientras la novela Otárola cerraba con la designación de Gustavo Adrianzén en el premierato, la JNJ (Junta Nacional de Justicia) se jugaba la vida en el Congreso, con un control de daños que nos señala a dos consejeros destituidos y cuatro que se salvaron por obra y gracia de los votos de un par de miembros de la bancada acuñista.

El pactismo con el poder de turno de César Acuña es ampliamente conocido y no es una novedad, la JNJ será recompuesta inmediatamente con los miembros suplentes, que completarán al organismo que reemplazó al cuestionado CNM, pero que parece haber colapsado apenas cuatro años después de su creación.

El sistema judicial requiere una reforma, la solución no es cambiar consejeros caviares por no caviares, sino que exista una academia de la magistratura tan buena, profesional e independiente como la diplomática y que la designación sea sólo por calificaciones y meritocracia, sin CNM, ni JNJ de por medio para que sea realmente ajena a los avatares políticos, solo así, tendremos una verdadera administración de justicia realmente justa e independiente.

* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.

Foto: La República