Creado el Lunes, 8 de Abril del 2013 03:39:00 pm

Pocos saben cómo fue creado este escenario crítico que hoy vive la pesca. Este drama que hoy cuesta trabajo ordenar fue concebido por obra y gracia del anterior gobierno aprista. Por dos normas nacionales que tuvieron naturaleza mafiosa y que solo beneficiaron a grupos, sin pensar en el grave daño posterior que hoy afecta al país entero.

Me refiero a la nefasta ley 1084, cuyo objetivo escondido fue concentrar el poder en 7 grandes empresas pesqueras, y la R.M. 100-2009-PRODUCE que propició una convivencia corrupta entre armadores “artesanales” y malos funcionarios de las Direcciones Regionales de Producción (Direpro) que se volvieron ricos de la noche a la mañana a costa de sobredimensionar una flota que ahora es difícil de manejar.

En el primer caso, la información privilegiada de la que gozaron los de la SNP en el sentido que se venía la ley de cuotas, les permitió realizar adquisiciones de embarcaciones a precios ganga, ya que los armadores que no tenían conocimiento de ello y pensando que hacían el negocio de su vida no se resistían a la oferta que se les ponía enfrente. ¡Cuánto se habrán arrepentido de ello luego de darse la ley de cuotas!

El interés de los socios de la SNP no era pues la embarcación en sí, sino la cuota que por derecho iban a reclamar que se les asigne, de acuerdo a la ley 1084. Con esta acción, concentraron en sus manos el 80% del volumen de captura y el poder para manejar el sector a su antojo. Esta ley fue entonces premeditada, de naturaleza mafiosa, de acuerdos maquiavélicos entre el gobierno aprista y el poderoso empresariado pesquero. ¿Y quién fue el ministro de ese entonces? Rafael Rey Rey. Sí, aquel que vemos que ahora sale a defender a la SNP por diferentes medios de comunicación pidiendo la salida de la ministra, y todo porque simplemente ella le está quitando los privilegios que este personaje odiado por los pescadores les puso en bandeja durante su gestión funesta.

Otra ley de connotaciones mafiosas fue la R.M.100-2009-PRODUCE, que “legalizó” la producción de harina negra y el sobredimensionamiento de la flota artesanal. ¿De quién fue la idea? ¡Del Gobierno Regional de Áncash! Estos son los considerandos de dicha norma:

“Que, asimismo, la Dirección Regional de la Producción del Gobierno Regional de Áncash propone disponer que la extracción de anchoveta para consumo humano directo se ejerza solo por embarcaciones pesqueras artesanales debidamente registradas en las Direpro respectivas y se establezca el máximo de almacenamiento y descarga, entre otras medidas”.

El Ministerio de la Producción ¿inocentemente? acogió esta propuesta, y la ambición de los directores regionales por establecer un negocio ilegal con el manejo de este registro permitió que se descuide el objetivo principal de la norma que advertía que, bajo su responsabilidad, se deberá mantener el equilibrio entre la anchoveta que se extrae y su real demanda para consumo humano directo. El resultado: ¡el sobredimensionamiento de esta flota y su situación inmanejable!

Es injusto, pues, permitir el cruel ataque mediático que viene recibiendo la ministra de parte de la SNP, y no se le reconozca su valiente reacción frente al poder y desorden creados por mafiosas acciones de gestiones pasadas.

César Córdova Ponce

Director de la revista La Voz del Pescador

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Composición fotográfica: perupesqueroyacuicola.com

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