A mar revuelto, ganancia de pecadores
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:31:57 pm
La poderosa Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), luego de su amarga pesadilla de la era Gladys Triveño, está reviviendo con Piero Ghezzi sus mejores sueños de antaño, los de omnipotencia, los de complacencia de los gobiernos genuflexos de turno, los del manejo absoluto de la pesca nacional, los de poner y sacar ministros a su antojo, los de dominar el mar y lucrar de sus recursos, los de pisotear derechos, los de ignorar obligaciones, los de comprar conciencias, los de burlarse de todo el país.
Con sus piezas repartidas en todos los escenarios aprovechables, la SNP nuevamente ha tomado el control, momentáneamente perdido ante una fugaz reacción ciudadana en los tiempos de su confrontación con la exministra Triveño, y está cambiando poco a poco el marco normativo de nuestra pesca industrial, adecuándolo a sus reglas de juego que de manera abusiva quiere volvernos a imponer.
Con una sociedad civil totalmente desinformada, que no puede ensayar ni una mínima defensa de su seguridad alimentaria en la gran despensa que tiene en nuestro rico mar, y con oscuros personajes que por años vienen poniéndose el disfraz de dirigentes que la SNP les pone al frente de la Federación de Pescadores del Perú (FPP) y del SUPNEP, poco se puede esperar en defensa de la alimentación popular y de los derechos laborales de los hombres de mar.
Amparados en su complicidad con autoridades y funcionarios corruptos, en la cobardía de miles de pescadores que prefieren agachar la cabeza ante el miedo a ser despedidos por reclamar, y en la desinformación casi absoluta de la población, la SNP y todos sus actores que siguen el libreto que aquella les alcanza, están consiguiendo su objetivo. Un claro ejemplo, es su última “obra teatral” denominada “Plan de Contingencias”, en la cual quisieron sacar provecho de la difícil situación económica que atraviesa el pescador para meter en una de sus exigencias, su permanente pretensión de que se deroguen los DS. 005 y DS 011, que le permita ingresar a pescar a su flota industrial desde la milla 5.
Con esta realidad irrefutable e inocultable, no debe llamarnos la atención que tengamos una población infantil con altos índices de desnutrición y la fórmula de solución (las proteínas que concentran variadas especies en nuestro privilegiado mar), depredada por voraces embarcaciones pesqueras que arrasan ejemplares juveniles y hasta hueveras en las primeras diez millas marinas, área que debiera ser protegida por el Estado, pero que sin embargo, está sufriendo el impacto negativo de malas decisiones de Produce al ceder a las presiones de “conserveros” que en realidad son harineros, de la desproporcionada flota de menor escala, y de la permanente acción lobista y mediática de la SNP.
Tampoco debe sorprender el hecho que Raúl Lafora (elegido de manera ilegal en la FPP) y Juan Pedemonte (Supnep) estén representando, con jugosos sueldos, a todos los pescadores en el Foncopes (seguramente con apoyo de la SNP), sin que ningún pescador objete su irregular presencia en esta entidad que administra recursos para Programas de Beneficios Voluntarios a pescadores acogidos al régimen de la 1084.
El último 9 de enero, se ha publicado el D.S. 001-2015-PRODUCE, que ha camuflado entre uno de sus artículos, la modificatoria del Reglamento de la Ley de cuotas, quitándole la obligación al armador de extraer al menos el 80% de su cuota en la zona norte centro, antes de trasladarse a realizar su cuota en la zona Sur. ¿Acaso Produce pensó en los efectos laborales de esta modificatoria? ¿En algún momento lo hace? ¿Tiene oídos solo para la SNP?
La manera en la que Produce se tapa los ojos ante el manejo que el armador hace con las cuotas de pesca, la venta que hacen de ellas con el disfraz de asociación de cuotas, la nula fiscalización en los sistemas de rotación a los que se acogen los pescadores a pesar que existen normas para que ella se realice, deja, con toda razón, espacio para creer en una injerencia de la poderosa SNP y la existencia de arreglos de por medio, duda que se acrecienta con la cada vez más débil supervisión y control en los desembarques de la pesca industrial.
Todo ese sistema corrupto y abusivo impregnado en el sector, podría acabarse con la posición decidida y valiente de los pescadores, porque ellos son los principales afectados, porque se están vulnerando sus derechos y porque se está depredando su fuente de trabajo.
De la sociedad civil, de los congresistas, de Produce, y de Ollanta Humala, no esperemos voluntad de cambio, simplemente no les interesa.
*César Córdova Ponce
Director de la revista “La Voz del Pescador”
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