LA COLUMNA DEL DÍA | Nuestra inseguridad ciudadana de cada día
Creado el Viernes, 7 de Octubre del 2022 12:34:53 pm | Modificado el 09/10/2022 01:47:42 am
Aún no se ha terminado el conteo de los votos y nuevamente las noticias nos exponen a asaltos a mano armada con el saldo de un herido y un asesinato, a plena luz del día y en las zonas céntricas de la ciudad. Es así que otra vez se pone en cuestión el trabajo de la Policía Nacional, tal es así que un nutrido grupo de ciudadanos de Nuevo Chimbote ha realizado una protesta frente a la comisaría.
Esta inédita reacción ciudadana ante la policía es digna de aplausos; debiera ser el inicio de un ejercicio ciudadano pleno de participación, fiscalización y exigencia a las autoridades para que hagan bien su trabajo; sin embargo, hay más responsables de que la delincuencia haga lo que se le viene en gana, empezando por el ministro del Interior, pero también pasando por el gobernador, los subprefectos y los alcaldes que, pese a ser su función, no han hecho absolutamente nada.
La ley prevé que existan los comités de seguridad ciudadana en todos los niveles de gobierno. A nivel nacional, el Conasec; a nivel regional, el Coresec; en provincias, el Coprosec y, en los distritos, el Codisec. El único que no es conocido, es el nivel nacional; en los demás, como digo hace años, es un “té de tías” que se reúne por cumplir y para hablar cualquier cosa y engañarse entre ellos que todo lo hacen bien.
Tanto a nivel regional como provincial, si alguito bueno se trata en dichas reuniones, es gracias a las defensoras del pueblo de Huaraz y de Chimbote, que se ven en la obligación de “dirigir” a los presidentes de los comités, si no sería peor.
Si miramos los planes de seguridad ciudadana, pese a ineficacia comprobada, son un copia y pega del año anterior, una y otra vez; a lo mucho se basan en hacer charlas y actividades ineficaces para “cumplir” y tener qué informar y evitar la denuncia por omisión.
Estos últimos asaltos que han conmocionado a la comunidad neochimbotana no son los únicos; son los que llegan a las noticias, pero hay muchos más todos los días, tanto que no alcanzan a ser publicados ni denunciados porque hacerlo será en vano.
La noticia de un asesinato conmociona, asusta, indigna y –lamentablemente– se olvida hasta la siguiente noticia. Y así la delincuencia avanza, con la inacción de las autoridades y la “involuntaria” complacencia ciudadana.
La lucha contra la inseguridad ciudadana, a pesar de ser un tema relevante, estuvo ausente del debate electoral. Hoy, ya electos, nuestras nuevas autoridades deben hacer la diferencia y darle prioridad.
La lucha contra la delincuencia que ocasiona la inseguridad se debe combatir articuladamente, de manera interinstitucional e intersectorial, en dos frentes:
- En el corto plazo, la acción represiva, lo cual implica que policías, fiscales y jueces sean eficaces con su trabajo y no exista más impunidad para quienes delinquen, adquirir cámaras de seguridad y equipamiento.
- Por otro lado, aun cuando el aspecto represivo funcionara idealmente, no habría cuándo acabar porque nuestra sociedad sigue fabricando delincuentes; por eso es fundamental un frente preventivo a mediano y largo plazo para reducir los factores sociales de riesgo que a diario incorpora más delincuentes no solo extranjeros ; en esa línea, el nuevo gobernador y los alcaldes son responsables de que los comités de seguridad ciudadana funcionen, de que las gerencias de desarrollo social sirvan para algo más que regalar una que otra cosa de vez en cuando y que diseñen políticas públicas que hagan que los sectores que administran se unan para lograrlas.
En el año 2019 dediqué dos columnas tituladas “(In)seguridad ciudadana, una reflexión inicial para el debate” (parte I y parte II), planteando propuestas que tenían precisamente el propósito de abrir debate, pero que por lo visto a nadie importó. Considero que aún siguen vigentes y ojalá que estos hechos y nuevas autoridades se ocupen del tema.
Esperemos que no hagan falta nuevas noticias de asesinatos para que las autoridades políticas, fiscales, judiciales, policiales pongan en agenda la erradicación de este preocupante flagelo que azota nuestra sociedad cada vez más; no obstante, nosotros los ciudadanos también somos responsables de exigir, tal como en la última marcha, pero también de no ser cómplices: no compre robado, no permita que su hijo lleve algo que no es suyo, y así… más acciones que usted desde su vivencia considere que ayudan a combatir este mal que nos afecta a todos.
Walter Castro Juárez · Miguel Arista Cueva - Nuestra Inseguridad Ciudadana De Cada Día
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.