LA COLUMNA DEL DÍA | No se puede normalizar el desgobierno
Creado el Miércoles, 16 de Febrero del 2022 04:39:33 pm
La mayoría de peruanos entendíamos que el cuarto Gabinete era la última oportunidad de devolver un mínimo de tranquilidad a la población ya hastiada de desmadres y corruptelas; pero, como siempre, Castillo optó por lo mismo, con un Gabinete sin ninguna ambición para darle horizonte a las políticas sociales transformadoras que el país reclama. En otras palabras, Castillo tiene una enfermiza adicción por la incompetencia y por quedarse enfangado con su grupete de políticos mediocres.
A una semana de la juramentación del cuarto Gabinete de Pedro Castillo, queda al desnudo que no es de ancha base, que no se ha convocado a profesionales competentes y que fácilmente se le podría llamar “Gabinete de base minusválida” integrada por las facciones de Cerrón, del grupo magisterial y de un grupo de familiares y allegados.
Aníbal Torres, el otrora maestro universitario progresista, hoy conservador y ayayero, ha optado por la complicidad con Vladimir Cerrón. Qué fácil le ha sido al actual primer ministro alquilar su conciencia para conservar una migaja de poder junto a su paisano cajamarquino el presidente Castillo.
Con la designación de Aníbal Torres, Pedro Castillo ha decidido refugiarse en los ministros leales y en el abrazo de oso de Cerrón. Pedro Castillo solo está defendiendo su castillo de arena con sus soldados más leales, sabiendo que al tener las manos y la conciencia cochina, busca defenderse con uñas y dientes de las graves acusaciones de corrupción y de las próximas denuncias que le lloverán al haber optado por seguir saqueando las arcas del Estado con ministros sinvergüenzas como el de Transportes, Salud y Energía y Minas.
A estas alturas del partido, personalmente no tengo ninguna esperanza de cambio en Pedro Castillo. Han bastado solo 6 meses para constar su incompetencia crónica para dirigir los destinos del país. Su facilidad para envolverse en metidas de manos en las arcas del Estado y apañar corruptelas, su necia ambición para conservar el poder y su traición a las esperanzas de cambio exigidas por el pueblo lo descalifican por completo para continuar en la responsabilidad más importante de conducir los destinos del país.
El pueblo al que apela tanto Castillo ya no le cree sus mentiras, sobre todo porque es inaceptable en un país con una cultura milenaria como el Perú aceptar que se normalice la incompetencia y el desgobierno. Es inaceptable permitir ministros y funcionarios mediocres, es inaceptable permitir traficantes de ilusiones, es inaceptable escuchar que farsantes se hagan pasar por personas humildes a las que debemos perdonarle sus trapacerías.
Ya es tiempo de que llamemos a las cosas por su nombre. No podemos aceptar como correcto lo inmoral, no podemos aceptar la mentira diaria como verdades piadosas o como errores a corregir. Es una farsa que nos acostumbremos a ver presidentes, gobernadores regionales y alcaldes mediocres y corruptos. Es tiempo de cambios para impedir que se atornillen la corrupción y el desgobierno.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash