LA COLUMNA DEL DÍA | No permitamos que se destruya el derecho a la vida
Creado el Martes, 20 de Diciembre del 2022 04:42:34 pm
Como no podría ser de otra manera, las Constituciones del Perú y del mundo entero consagran en sus primeros artículos a la persona humana como el fin supremo de la sociedad y del Estado, así como reconocen en forma categórica que el primer derecho es el derecho a la vida.
Es evidente que la vida de los seres humanos es lo más valioso que existe sobre la faz de la tierra y no podemos acostumbrarnos a permanecer impasibles ante cualquier expresión que la vulnere, debiendo condenar sin medias tintas cualquier estrategia violentista, abierta o soterrada, orientada a vulnerar los derechos de la población, venga de donde venga.
Por ello, debemos expresar nuestra más enérgica condena a la pérdida de más de 20 vidas en las recientes protestas ocurridas en varias regiones del país, exigiendo como ha hecho la Defensoría del Pueblo que el uso de la fuerza se realice en estricto cumplimiento de los estándares en materia de derechos humanos, donde el control de manifestaciones se realice sin incurrir en abusos que pongan en riesgo la vida e integridad de las personas.
De la misma forma, debemos emplazar a los grupos violentistas que quieren aprovechar las justas protestas para sembrar el caos y el anarquismo, para encubrir los graves hechos de corrupción ocurridos recientemente en el país.
Al mismo tiempo, aprovecho estas líneas en esta humilde columna para llamar la atención sobre diversos hechos que ocurren todos los días, donde se vulnera de distintas formas el derecho a la vida, a la salud, a la educación, y el derecho de todos a alimentarse con dignidad.
En Áncash y en todo el país más del 60% de las familias que producen alimentos en los campos no cuentan con canales ni reservorios que les permita regar sus cultivos, sobre todo ahora que no está lloviendo en la sierra, y la sequía arrecia, existiendo la amenaza de que se pierdan los sembríos y no lleguen los alimentos a los mercados en los próximos meses. No hay derecho que el Estado se ponga de espaldas a las familias del campo donde están los mayores niveles de pobreza.
No hay derecho a que en Áncash y en el Perú haya millones de niños con desnutrición crónica infantil y más del 40 % de personas, sobre todos niños, que sufren de anemia. No hay derecho que millones de niños estudien en aulas precarias y sin disfrutar de una educación de calidad que nos saque del atraso.
No hay derecho a que las mujeres organizadas de las ollas comunes, afectadas por la pandemia y la crisis social, no tengan el apoyo decidido del Estado para atender con alimentos a millones de familias de zonas empobrecidas.
No hay derecho a que los más humildes de Áncash y del Perú sigan muriendo de covid, cáncer y otras enfermedades porque seguimos con puestos de salud y hospitales mal implementados, sin personal calificado y sin medicinas.
No hay derecho a que sigamos teniendo un Congreso y un Poder Ejecutivo mediocres y sin capacidad de atender las demandas de la población, y menos de resolver los problemas estructurales y de fondo.
Los golpes de Estado, vacancias, polarización, incompetencia y corrupción generalizada solo están destruyendo el presente y futuro del país. No hay derecho a que tengamos autoridades de espaldas al país. Es tiempo de cambios.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.
Foto: Illapu (Página Oficial)