Esperanza
Creado el Sábado, 16 de Noviembre del 2013 01:49:40 am
El cuento lo compré hace unos días en la Feria del Libro de Nuevo Chimbote. Tengo que confesar que regateé el precio en el estand de editorial Estruendomudo. Me salí con la mía. Pagué 15 soles por ése y por El monito Fito, el regalo de Chiara que enseña cuán importante es que los niños sepan desde pequeñitos la dirección de su casa. Sinceramente, salí ganando. Y mis hijos, aún más.
Ellos aman los cuentos porque desde que estaban en mi vientre les narraba historias. Están creciendo con la sana costumbre de no irse a dormir sin antes leer. Así sea tarde, así estén con los ojitos a punto de cerrarse. En esa tarea de inculcarle el amor por los libros, los padres de niños en edad escolar tenemos un aliado que los nuestros no tuvieron. Y nosotros, cuando escolares, tampoco.
El Plan Lector es una iniciativa impulsada desde hace varios años por el Ministerio de Educación en todos los colegios del país. Su principal objetivo es formar lectores competentes, es decir, estudiantes que han incorporado la lectura a su vida cotidiana y que hayan consolidado las capacidades relacionadas con la comprensión lectora, de manera que les permita seguir aprendiendo a lo largo de la vida.
Como muchos, soy una convencida de que la cultura es el único camino para formar jóvenes con conciencia crítica, capaces de diferenciar entre una promesa demagoga y otra que redunde en el mejoramiento de su calidad de vida. Capaces de emitir un voto informado y de ejercer también una ciudadanía más participativa, más sensible, más solidaria.
Y eso solo se logra promoviendo espacios culturales vivos, latentes, entusiastas como la Feria del Libro de Nuevo Chimbote. Una estupenda propuesta donde durante toda esta semana convergen la literatura, el arte, el teatro infantil y las manifestaciones costumbristas.
Ayer volví a la Felinch para comprar esta vez la revista Mundo Cachina, de mi amigo Augusto Rubio, y una compilación de cuentos de Jorge Tume, un escritor piurano muy talentoso. El auditorio Jaime Guzmán Aranda estaba repleto de niños felices que observaban una función teatral. Eso me devuelve el optimismo. Quiero creer que de las siete mil personas que hasta ayer visitaron la feria, al menos el 30 por ciento ya inició su romance con la lectura y con él un sinnúmero de viajes a mundos insospechados. Soñar no cuesta nada.
Y es que pese a vivir en una ciudad manchada de corrupción y desangrada con casi 80 crímenes en solo este año, aún hay esperanza de cambiar este oscuro escenario. Todo es cuestión de voluntad, todo es cuestión de querer hacer las cosas bien. De valores, de honestidad.
Editora del diario Correo de Chimbote
Foto: Facebook Feria del Libro de Nuevo Chimbote / Rhazú Vásquez Photography