EDITORIAL SODOMCO. Los políticos y su educación
Creado el Martes, 8 de Abril del 2014 04:46:05 pm
Mencionar la mala calidad de los políticos es uno de los tópicos recurrentes para explicar el estado de la democracia peruana, visión negativa que aumenta cuando se habla de los representantes electos: presidentes, alcaldes, regidores, Etc. Sin embargo, la superficialidad de tal afirmación queda en evidencia cuando se pide a sus defensores definir cuáles son los atributos que debe tener un buen político. Los argumentos de los sectores de opinión que se quejan de la calidad de los políticos giran en torno al nivel educativo de los mismos, lo que llama aún más la atención si se toma en cuenta que un porcentaje alto de nuestras autoridades no tienen ni estudios superiores y menos una educación de calidad. Aunque tener un grado académico tampoco es garantía para realizar una buena gestión política. Por eso debemos decir que la política no es solo para ilustrados, pero tampoco para improvisados.
El gobierno de nuestros políticos debe estar en el ejercicio de una buena democracia, una democracia de calidad, entendiendo como tal aquel ordenamiento institucional estable que, mediante instituciones y mecanismos que funcionen correctamente, garantice las condiciones de posibilidad para el ejercicio de la libertad y el logro de mayores cuotas de igualdad efectiva entre los ciudadanos.
Por lo tanto, hay una necesidad de que los ciudadanos, se relacionen de forma activa con el sistema político y aspiren al ideal de igualdad que ofrece la democracia, cuenten con niveles mínimos de bienestar social y económico. Cuanto más igualitaria y abundante sea la distribución de bienes como la educación o el acceso a la información, mayor será la probabilidad de que los ciudadanos tomen decisiones políticas informadas que respondan a sus intereses, algo que contribuirá, en buena medida, a mejorar la calidad de la democracia.
En este sentido, cabe prestar mayor atención al papel de los partidos políticos y de los otros mecanismos de acceso al sistema político, ya que éstos son los medios por excelencia para generar oportunidades y equilibrar las posibilidades de los sectores económicamente dispares. Porque el problema no es tanto el conocimiento técnico o académico que tengan, sino la motivación que puedan llegar a tener para atender los temas del país, región, municipio o distrito.
Un legislador sin formación universitaria puede ser un buen legislador si tiene la posibilidad de especializarse, y eso lo hará solo si ve una carrera de largo plazo en el Congreso.
Una cosa es la formación académica y otra cosa es el conocimiento de los temas; yo creo que un congresista de origen campesino, que sepa del campo, aunque no tenga doctorado, puede hacer un buen trabajo. La responsabilidad política no se construye con títulos universitarios, se construye con la pertenencia a una institución, la obligación de dar cuentas de tus actos y de ser sancionado por lo que haces o no haces.
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