Creado el Martes, 22 de Abril del 2014 02:37:32 pm

En Semana santa hemos visto a mucha gente acudir a sus iglesias. En las ciudades, creyentes y no creyentes, en familia, o por turismo, muchos, han mostrado la búsqueda de Dios, la importancia de la dimensión espiritual para las personas. Definitivamente, estamos en un país creyente, quizá de católicos tibios, de cristianos mediocres, pero el sentido moral y la influencia de Dios en sus vidas siempre son esperadas y no las podemos negar.

Las palabras del Papa despiertan mucha esperanza, son escuchadas con el corazón abierto. Las palabras del cardenal son escuchadas, incluso aunque provoque muchas opiniones en contra. Pero, eso sí, hay nuevos aires que nos traen a un Dios que no está atado a los prejuicios, misericordioso, que no apaña el hambre. En un Dios que pide respuestas concretas y prácticas acordes con la verdad, la justicia y la paz.

En este sentido, quiero compartir algunas peticiones que antes y después de Semana Santa seguirán presentes en muchos corazones.

• Pidamos al Dios misericordioso por la Iglesia para que los bautizados tengamos suficiente asertividad al plantear la evangelización, una Iglesia desde las periferias existenciales. Es decir, una Iglesia dinámica, sin miedo a la cruz, llena de la Palabra de Cristo que alimenta la fe de los creyentes.
• Una petición especial por los legisladores para que tengan suficiente apertura pero también la gran responsabilidad de cuidar a la persona humana, su desarrollo personal, su integridad emocional. Que la vida no dependa de la democracia sino que se convenzan de que es un derecho natural. Que las leyes que propongan no sean atizadas por la próxima campaña electoral. Que de un vacío legal no hagan un derecho natural. Las encuestas han puesto en evidencia que la mayoría está en desacuerdo con la unión civil, pero sí acepta la población que se debe tener en cuenta, por ejemplo, el derecho a la herencia, a la pensión.
• Una petición para que los gobernantes no sigan en la deriva. Señor Jesús muéstrales el camino, inspírales. Cómo se va solucionando la situación de niños trabajadores, los jubilados y ancianos abandonados, la calidad de la educación, la inseguridad ciudadana. Los programas sociales se han convertido en un dulce insostenible, que pone de moda al gobernante de turno y luego como dice la popular canción “sufre, peruano sufre”.
• Una petición llena de humildad, era y es un grito del pueblo que clama,… no a la corrupción. El ejemplo visible últimamente, es la podredumbre en Áncash. Se ha desnudado una forma de descentralización desvirtuada, será “flor de un día”. Ya se está planteando la no reelección de los presidentes regionales. Han mostrado su escasa capacidad para procurar el desarrollo de su región. Varios aprovechan su poder para hacer tratos con malandrines, jueces, con la complicidad del legislativo y del poder judicial… Los millones de soles, producto del canon minero ha hecho que en los departamentos mineros existan decenas de candidatos dispuestos a robar, la política se ha convertido en una gran inversión económica más que el amor a su pueblo.
• La última petición es la que pide Jesús a los apóstoles, la que pide Dios a su pueblo: No se distraigan mirando al cielo, sino miren la realidad de su pueblo. A los gobernantes no miren la nube construida por sus asesores, sino la solución a los grandes problemas y urgentes como la inseguridad ciudadana, la pobreza, la desnutrición, la corrupción,… A los medios de comunicación no miren solo el reino del dios mamón, sino que cuiden de sus programaciones. ¿Cómo pueden llenar su programación con programas de infidelidades, de personas que cuentan su vida íntima llena de drogas, robos, prostitución? ¿Cómo pueden hacer de los jóvenes alienados en una realidad dura de pobreza y desesperación, de familias desestructuradas? ¿Acaso no tienen hijos, familia, a la que deben cuidar?

Señor Jesús, has resucitado, aleluya, aleluya. Permítenos pensar en una patria distinta, con justicia y paz, con amor a la persona humana y con responsabilidad social.

Por fray Javier Abanto Silva, OP

Director de Radio Santa Rosa – Lima

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