Áncash: ¿qué nos espera después de las movilizaciones?
Creado el Miércoles, 26 de Marzo del 2014 11:36:39 pm
Al Estado, por su parte, desde el gobierno nacional, regional y local, le corresponde promover la economía a través de la generación de empleo e ingresos, así como garantizar los servicios de salud y educación de calidad, y consolidar ambiciosamente un gran departamento desarrollado que no sea conocido solo por su gran industria minera, más asesinatos y un manejo mediocre de los grandes recursos del canon minero, sino por su gran pesca, agroindustria y turismo.
Si las cosas suenan tan simples, ¿por qué es tan complejo para el Estado cumplir con su rol? A nivel de 166 gobiernos locales de Áncash, los indicadores de su accionar son similares: un 30% para gastos de funcionamiento institucional, un 30% para inversión en ornato (parques, jardines, pistas y veredas), hasta un 20% en palacios municipales, y en menor grado trochas carrozables y otras edificaciones; todas obras faraónicas como para impresionar al elector, y porcentajes menores que no han resuelto problemas de servicios básicos como agua y desagüe, algo que puede ser calificado como un crimen en un departamento con muchos recursos. Este panorama que refleja la escasa o nula inversión en salud, educación y en promover la economía y la producción local se ha hecho aún más notorio en los últimos años.
Desde el gobierno nacional, para Áncash tampoco hay mayor novedad: la inversión en programas sociales (Juntos, Cuna Más, Qali Warma, Pensión 65, Beca 18) o proyectos aislados o superpuestos a las funciones, competencias e inversiones de gobiernos locales y regionales, reemplazándolos en la construcción de pistas y veredas, saneamiento básico, canales de riego, colegios, centros de salud, generando desorden en los procesos de inversión, en el desarrollo local y regional.
En el nivel del Gobierno Regional de Áncash, las inversiones se orientaron a competencias de gobiernos locales en un porcentaje muy alto, duplicándolo o reemplazándolo en la construcción de pistas y veredas, infraestructura de educación, salud y riego. Pero en proyectos estratégicos como carreteras de penetración y transversales que puedan ayudar a desarrollar mercados y sacar de la pobreza a poblaciones excluidas; proyectos generadores de empleo como la mejora de la administración y la infraestructura del puerto de Chimbote, del proyecto Chinecas, del turismo en el Callejón de Huaylas y otros proyectos hidroenergéticos en el río Santa o en los Conchucos… hubo escasa iniciativa y visión.
Esta descripción se enmarca dentro del período 2007 -2014 de la gran bonanza económica producto de la minería en Áncash, siendo los ingresos por concepto de canon minero considerables y muy altos, pero los resultados de esas inversiones son muy desalentadores, con predominante característica de sobrevaloraciones de obras, corrupción y asesinatos; con una ciudadanía que ha perdido la capacidad de indignación y movilización, medios de comunicación secuestrados y líderes políticos con escasa formación e información política, sin suficiente capacidad para liderar e implementar grandes cambios posibles.
A marzo de 2014, en pleno inicio del proceso electoral, podemos notar las intenciones de personajes “nuevos” y “viejos”, y en un momento crítico como el asesinato de Ezequiel Nolasco, uno más de los 90 existentes en nuestro departamento, en tiempos en que el Gobierno Regional de Áncash se encuentra en una profunda crisis financiera, moral, institucional y de liderazgo, podemos anticiparnos y ensayar estas conclusiones:
- Todos los precandidatos no tienen legitimidad de la mayoría.
- Ninguno de ellos tiene un perfil concertador, convocante y aglutinador de mayorías.
- Todos tienen agendas diversas, o si son agendas similares, no tienen la forma de manifestarlas activamente.
- No tienen propuestas desarrolladas tanto para enfrentar las falencias y las incompetencias demostradas por los gobiernos actuales y, lo peor, no saben cómo generar empatía con las necesidades básicas de la población pobre o económicamente acomodada.
Para ayudar al debate, quiero esbozar solo algunas ideas para que se inicie al menos la recreación de una propuesta seria para la transformación de un departamento con recursos, lo cual se puede hacer mediante:
- Generación de empleo e ingresos.
- Articulación territorial y desarrollo de ciudades.
- Seguridad, transparencia y ciudadanía activa.
- Salud y educación de calidad para todos.
- Gestión de recursos naturales y riesgos.
- Industrialización y transformación productiva.
Estos muy bien pueden ser los lineamientos de los planes de gobierno, pero requiere de pensamiento técnico especializado, liderazgo y autoridad política con apoyo y consenso social mayoritario, lo cual dudo que se produzca en los siete meses que falta para el día de la elección de los nuevos mandatarios municipales y del gobierno regional.
*Especialista en Gestión Pública Descentralizada – REMURPE