Creado el Miércoles, 10 de Julio del 2013 07:45:09 pm

Según la Comisión de Educación del Congreso, dicho proyecto tiene 16 capítulos de los cuales han sido aprobados 8. Sin embargo, las distintas federaciones estudiantiles lo que buscan es que se mantenga la actual Ley Universitaria. Pero los estudiantes no han objetado la eliminación del bachillerato automático y la obtención del grado académico con la elaboración, presentación y sustentación de una tesis de la especialidad de la carrera. Lo que los estudiantes objetan es la supuesta vulneración de la autonomía universitaria ya que las universidades dependerían de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, la que reemplazaría a la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), entidad que –considero– no aporta ni le hace un gran favor a la educación universitaria, justamente es dicha entidad la que viene promoviendo una distorsión al proyecto de la nueva Ley Universitaria con el claro afán de perpetuarse en el poder.

Creemos que dicha superintendencia se encargará de la supervisión de la calidad educativa y la fiscalización del uso de los recursos; esto último es criticado por los universitarios, pero consideramos que es mejor que una superintendencia fiscalice bien los recursos para que llegue a los verdaderos estudiantes universitarios que lo necesitan.

Otro de los temas sobre el que tienen reparo los estudiantes es el de la conformación de la superintendencia, que estaría integrada por un representante del Ministerio de Educación, un representante del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), un representante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), dos representantes de las universidades públicas, dos representantes de las universidades privadas, un miembro de los colegios profesionales y un representante del sector empresarial. Aquí sí le damos la razón a los estudiantes, ya que consideramos que, en lugar de darle un espacio a los empresarios en esta reforma universitaria (los jóvenes creen que se privatizará la educación superior, cuando la educación es gratuita), es mejor que lo integre un representante de los mismos estudiantes universitarios o de los graduandos.

Hemos visto muchos problemas en diversas universidades públicas y privadas con este proyecto de norma universitaria. Una de las grandes modificaciones que tendrá la Ley Universitaria es el contenido sobre la elección del rector y los dos vicerrectores (uno académico y otro de investigación). En la actualidad, la Asamblea Universitaria es la encargada de elegir a estas autoridades que tienen un mandato de cinco años. Con esta ley, el voto será universal, es decir, tanto docentes como estudiantes matriculados y graduados podrán elegir a su rector y vicerrectores, pero el voto es ponderado. Los docentes ordinarios tienen los dos tercios de los votos, mientras que los universitarios el restante tercio.

Al respecto, estamos de acuerdo con los estudiantes cuando exigen que el voto sea paritario, es decir, que el voto de los docentes tenga el mismo peso que el del total de estudiantes: 50 % a 50 %. Todos por igual es el reclamo de los alumnos; caso contrario, se estaría vulnerando el derecho de igualdad y discriminación, lo cual no es correcto. Aun se puede mejorar el proyecto.

Sabino Ponce Roso

Decano del Colegio de Abogados del Santa

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